• "Si la situación continúa como está en este momento, no podremos (organizar los Juegos)", dijo el presidente del comité de organización, que no se atreve a vaticinar lo peor.
Tokio. El desarrollo de una vacuna o de un tratamiento
contra el nuevo coronavirus será un elemento fundamental para permitir a los
Juegos de 2020, aplazados un año, poder comenzar el 23 de julio de 2021,
declaró este miércoles el presidente del comité de organización, Yoshiro Mori.
"El primer punto será que una vacuna o
un medicamento sea desarrollado", señaló Mori en una entrevista acordada
al grupo audiovisual japonés NHK, difundida este miércoles.
"Si la situación continúa como está en
este momento, no podremos (organizar los Juegos)", añadió el responsable,
que no se atreve a vaticinar lo peor. "No puedo imaginar que la situación
de este año pueda continuar el año que viene", añadió.
Los Juegos de 2020, que debían comenzar este
viernes, fueron aplazados un año tras una decisión del COI tomada en marzo
pasado en acuerdo con el gobierno nipón. Estos Juegos deben ahora desarrollarse
a partir del 23 de julio de 2021.
Recientes sondeos han mostrado, sin embargo,
una baja de interés y entusiasmo de la población para la gran cita deportiva
planetaria, en el momento en que la amenaza del Covid-19 resurge en Japón.
Según una investigación publicada esta semana
por la agencia de prensa Kyodo News, solo una persona de cuatro en Japón desea
el desarrollo de los Juegos de Tokio el año que viene, cuando la mayoría apoya
un retraso suplementario o una anulación.
Mori rechaza por su parte unos Juegos a
puerta cerrada o con un número reducido de espectadores.
"Si esa fuera la única alternativa,
deberemos reflexionar (sobre mantenimiento de los Juegos)", afirma el
patrón del comité organizador, añadiendo que "si eso se produce, podríamos
plantearnos su anulación".
Japón, uno de los países menos afectados por
el coronavirus gracias a una política muy estricta de aislamiento, tiene por
ahora menos de mil muertos por el virus, con unas 27 mil personas infectadas.
Pero la ciudad de Tokio y su aglomeración,
que forman la más grande megalópolis del mundo con unos 37 millones de
habitantes, vio aumentar el número de casos de personas infectadas súbitamente
desde mediados de julio.