San José del Cabo, Baja California Sur-. La aparición del COVID-19, ha generado diversas formas de comercializar con el virus. En un principio se comenzó con la venta de gel antibacterial, después el mercado de los cubrebocas creció de manera exponencial, al convertirse en un accesorio obligatorio para la vida cotidiana.

Ahora apareció en el mercado la venta de pruebas rápidas para detección del COVID-19, las cuales se venden a través de redes sociales.

Las pruebas se venden son para uso casero y pueden ser utilizadas sin supervisión médica o de un laboratorio.

En Los Cabos, Diario El Independiente se dio a la tarea de buscar dichas pruebas, las cuales incluso son vendidas en dólares, con un costo aproximado entre 50 dólares por pieza.

Otros vendedores solo hacen ventas por mayoreo y los precios pueden alcanzar hasta los 21 mil pesos por cajas con 25 pruebas.

Las pruebas se realizan por medio de la sangre, con un piquete con lanceta, un mecanismo similar al que se utiliza para medirse la glucosa.

Las ventas se dan a través de Facebook o WhatsApp y los vendedores te dan explicaciones de uso, puntos de entrega y forma de pago, para tener la “confianza” de que será una compra segura, las entregas son incluso en tu domicilio dependiendo de si estas en Cabo San Lucas (CSL) o San José del Cabos (SJC),  asegurando que las pruebas son avaladas por la FDA, que es la Administración de Medicamentos y Alimentos una agencia del gobierno de los Estados Unidos responsable de la regulación de alimentos, medicamentos, cosméticos, aparatos médicos, productos biológicos y derivados sanguíneos.

Sin embargo, para comercializar este tipo de pruebas en México se requiere la autorización de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y sus similares estatales, en el caso de Baja California Sur (BCS) la COEPRIS.

A nivel federal la COFEPRIS avaló por lo menos 7 marcas de pruebas rápidas de COVID-19, sin embargo, el propio subsecretario de salud del Gobierno Federal, Hugo López-Gatell ha hecho énfasis en que no se recomienda su uso.

“Aunque COFEPRIS ha aprobado siete pruebas rápidas, de ninguna manera esto quiere decir que deben usarse. Las autoridades sanitarias del país no han recomendado que se usen y recomendamos, estamos próximos a emitir comunicado, recomendamos a las autoridades estatales no utilizarlas porque los resultados falsamente positivos y negativos que pueden emitir podrían causar confusión, que incluso produzca daño a las personas”, asegurando que no son confiables, por lo que las personas no se deben dejar engañar y gastar su dinero en la compra de dichas pruebas.