• El titular de la BNM negó que dirija un bodegón de libros, sino un espacio destinado a cuidar la cultura escrita e impresa de México
CIUDAD DE MÉXICO.
La
Biblioteca Nacional de México (BNM) no es bodegón ni museo de libros, sino una
institución de la memoria que preserva el patrimonio de la cultura escrita e
impresa de México, y que apuesta por ciudadanos críticos, modernos y bien
informados, dijo a Excélsior Pablo Mora Pérez-Tejada, director de la Biblioteca
Nacional, la Hemeroteca Nacional y del Instituto de Investigaciones
Bibliográficas de la UNAM.
La entrevista se realiza luego de
que Marx Arriaga, titular de la Dirección General de Bibliotecas (DGB) aludiera
a este recinto en su Manifiesto de Bibliotecas Públicas Mexicano, como un
“bodegón” y “un almacén o un museo de libros”.
Pensar que una biblioteca es un
bodegón de libros… yo creo que la BNM cumple con una función importante y, si
vemos el concepto de preservación, recordemos que es un elemento que garantiza
la lectura a generaciones futuras, y también la memoria de un país que no es
poca cosa”, dijo.
Y adelantó que para 2021 la BNM
tendrá un centro de información en la Capilla de la Tercera Orden del Templo de
San Agustín, ubicado en el Centro Histórico, intervenido por la UNAM desde
2011, donde el resto del edificio será un museo interactivo.
Además, impulsa el Centro de
Preservación Patrimonial Documental en el campus Juriquilla, de Querétaro, y
trabaja en desarrollar y aumentar el depósito legal.
¿Qué impresión le dejó el
manifiesto? “Es un documento que intenta convocar y apuntalar las necesidades
más importantes y la función de las bibliotecas públicas del país. Creo que, en
la medida de lo posible, busca fortalecer esa responsabilidad que tienen las
bibliotecas públicas. Sé que son más de 7 mil 400 y muchas de ellas son
espacios desperdiciados. Lo veo como un mensaje a los distintos gobiernos
estatales, municipales y alcaldías, para conformar y consolidar una red que tenga
un impacto serio en la lectura”.
¿Coincide con esa idea de mandar
las redes sociales a la silla eléctrica? “Creo que se refiere a la
incertidumbre generada por las redes sociales, a las falsas noticias y la
información no fundamentada. Sí ha habido una gran contaminación en la
información que se difunde a través de esas redes. Sin embargo, las bibliotecas
nacionales, universitarias y escolares, lo que buscan con estas redes sociales
es crear información fidedigna y confiable, sistematizando la organización de
las fuentes primarias”.
¿A la silla eléctrica?
“Evidentemente, es un poco radical plantearlo así y mandar a la silla eléctrica
a todas estas redes que son irreversibles, es decir, no podemos darles la
espalda ni renunciar a ellas, sino más bien enfrentarlas con imaginación,
organización y el profesionalismo que requieren las bibliotecas y los
bibliotecarios a los que convoca ese manifiesto”.
Y agregó: “En la medida de lo
posible, se tienen que enfrentar esas vías de comunicación porque también han dado
buenos resultados para llegar al público lector. El país sí necesita tener una
mayor fortaleza en su sistema bibliotecario y la BNM está confirmando estos
vínculos no sólo con la Red Nacional de Bibliotecas (RNB), sino buscando otras
formas de crear certeza, organización y promoción de la lectura. Recordemos que
el manifiesto está más orientado a la función esencial en las bibliotecas, a la
lectura, pero no es su única función”.