• Desesperación de Víctor Castro al cumplir dos años de la fallida y patética administración del Presidente López Obrador • Morena enfrentará la adversidad electoral ante pésima administración de la crisis sanitaria y económica • Rentería Santana y su cínica ausencia de la dirigencia estatal morenista agrava división partidista
La próxima semana se cumplirán
los primeros dos años de la victoria electoral de Morena que logró despertar la
esperanza de muchos ciudadanos con una campaña que culminó con los deseos
acariciados durante 18 años de actividad electoral del ahora Presidente Andrés
Manuel López Obrador. Ahora el resultado de aquel triunfo se refleja en un
gobierno federal que no solo ha resultado patético, sino que además ha provocado
serias afectaciones en el nivel de vida de los mexicanos.
Por ello la decepción y el
desencanto aumentan... Y apenas llevamos dos años de un gobierno que presume
una presunta cuarta trasformación para el bienestar de la población.
Por supuesto que existen
modificaciones en el México de hoy comparado con nuestro país de los últimosn30
años. Desgraciadamente esos cambios no han sido nada favorables.
Las condiciones de nuestro
país hoy en día con una pandemia supermal administrada en donde la Secretaría de
Salud federal ya está literalmente hecha bolas, a ciegas ante la escasa
aplicación pruebas para detectar Covid-19 (nuestro país es donde menos se
aplican en el mundo).
Además, con una condición
económica que ya es pésima, se suma una perspectiva para lo que resta del año,
de caer a más del 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Obviamente el tiempo electoral
ya alcanzó a los morenistas que no han podido lograr ese objetivo de mejoría
nacional planteado y que para colmo de males, se suma a sus pleitos internos
que ahora más que nunca están cada día más agudizados.
Desde la dirigencia nacional
donde el presidente Alfonso Ramírez Cuellar ha denunciado por posible desvío de
300 millones de pesos a su propia secretaria general Yeidckol Polevnsky, se
traduce en todo el país en un desconcierto y división interna grave.
Aquí en Baja California Sur se
conjuga con una pésima representación en la persona de Alberto Rentería Santana
que aún aparece formalmente ante la autoridad electoral como el presidente del
comité estatal de Morena aunque hace ya más de un año que brilla por su
ausencia.
Definitivamente esto también
impactará en las claras y obvias pretensiones del delegado de Bienestar Víctor
Castro Cosío que pretende ser el candidato morenista a la gubernatura de la
entidad y para ello espera el dedazo de López Obrador. Una imposición más para
el mandatario nacional no le generará el menor empacho.
Desde luego que habrá mayor
lucha interna entre los ambiciosos morenistas locales que enfrentan también los
ecos de la pésima administración de los recursos federales y una representación
patética que le será muy difícil salir a la calle a decir que son la mejor
opción.
Estamos a nivel país en una
condición grave en materia de seguridad pública, pésima atención a la pandemia
que ayer jueves ya rebasamos la cantidad de 25 mil fallecidos por Covid-19, así
como una condición económica que ha generado la pérdida de miles de empleos y
el cierre de empresas por falta de apoyos económicos gubernamentales como nunca
antes en la historia nacional.
En general, Morena y sus
principales representantes como Rentería Santana y Castro Cosío se han
convertido en una verdadera decepción que salir a la calle en el proceso
electoral del 2021, será no solo una burla y un exceso, sino además una
verdadera desvergüenza.
Así que López Obrador y sus
representantes formales en la entidad no parecen entender que la población está
más molesta que conforme.
Veremos cómo reacciona la
ciudadanía que está pasando por un clima de decepción y desencanto ante las
imprudencias y los garrafales errores de la fallida administración federal
morenista.
Ya veremos.