• El discurso distractivo de AMLO afecta la ya deteriorada imagen de Víctor Castro Cosío • El delegado de la Secretaría de Bienestar está esperanzado al “dedazo” para ser candidato a gobernador en el 2021 • La decepción ciudadana y división interna impactará a morenistas en el próximo resultado electoral
La estrategia del gobierno
federal de dividir la sociedad mexicana para generar dos grandes bloques con
miras a las elecciones del 2021, busca principalmente desviar la atención sobre
los graves efectos fatales del Covod-19 y el pésimo manejo de la crisis
sanitaria y económica en nuestro país.
El Presidente Andrés Manuel
López Obrador tiene prisa en evitar al máximo que la sociedad esté atenta a la
manera negativa en que se manejan los temas económicos y el riesgo de que la
pandemia no disminuya en lo que resta del presente año.
López Obrador ha insistido en
distraer a la población, ya desde hace dos semanas en que ha tratado de ponderar
el tema político-electoral.
Desgraciadamente para el
mandatario nacional y su partido Morena, esta división que se pretende resaltar
en la ciudadanía en general, ya se registra al interior de este partido que a
un año de las elecciones ya tiene graves confrontaciones internas.
El mandatario nacional y sus
principales seguidores desean que los comentaristas y analistas en general
enfoquen su atención a los temas electorales así como a la evidente
confrontación que ya trae presente el ejecutivo federal con varios gobernadores
de los estados, principalmente con los emanados del blanquiazul que le han
hecho notar al mandatario que es necesario replantearse el actual pacto fiscal
federal.
Obviamente esta actitud
distrayente de López Obrador se pretende aplicar en la entidad por su principal
representante que es el delegado de Bienestar en la entidad Víctor Castro
Cosío, quien además es uno de los pretensos, hasta ahora más a la vista de
Morena para buscar la candidatura a la gubernatura.
Desgraciadamente para los
morenistas locales el discurso de López Obrador no penetra en el ánimo de los
sudcalifornianos como alguna vez pasó.
Ahora las condiciones son muy
diferentes y ante decisiones arbitrarias contrarias a los intereses de la
comunidad, la decepción y desencanto, repercutirá en la popularidad ya muy
diezmada de Castro Cosío.
El mal manejo sobre la
pandemia epidemiológica, la crisis económica y un desempleo galopante, así como
un clima de inseguridad en el resto del país, ya golpean en el ánimo de los
ciudadanos.
Ese mal manejo y las políticas
erradas del gobierno federal que resultan injustificables, como por ejemplo la
eliminación de apoyos para la gasolina y diesel para pescadores ribereños,
serán verdaderos reclamos que se pueden convertir en sufragios adversos.
Una muestra de ese malestar
ciudadano son las marchas vehiculares realizadas el pasado fin de semana en
muchas ciudades del país, como aquí en La paz, en donde cientos de ciudadanos
exigen literalmente la renuncia de López Obrador como Presidente de México.
Mientras esto sucede en Morena
nacional la dirigencia pretende sancionar por presunta corrupción a su
secretaria general Yeidckol Polevnsky, lo que si se comprueba puede resultar
una verdadera contradicción para la principal bandera que defiende López Obrador
quien en su ya evidente desesperación intenta también por otra parte regañar a
los representantes de los medios de comunicación.
Por lo pronto queda claro que
la principal batalla que tendrán que enfrentar los morenistas, hoy por hoy en
el poder federal, será la contienda interna que puede tener efectos adversos
para este partido en el próximo proceso electoral.
Por supuesto no apremia la
crisis sanitaria y económica, para el representante del jefe del ejecutivo
federal en la entidad, el delegado Castro Cosío, su prioridad es ser candidato
a gobernador por Morena, sin embargo, hasta ahora está claro que su propuesta
está hueca y solo lo sostiene la esperanza de que el clásico dedazo
presidencial le favorezca por encima de la lucha interna y las aspiraciones de
otros morenistas.
Ya veremos qué sucede.