• Balandrano planteó que cada asociación podría pagar su propia póliza contra sismos desde 2020
CIUDAD DE MÉXICO.
Acasi
tres años de los sismos de 2017 que afectaron a cientos de edificios históricos
de la Ciudad
de México, Morelos, Guerrero, Puebla, Oaxaca y Chiapas, estos
edificios históricos y ruinas arqueológicas aún no cuentan con un seguro que
los proteja por daños causados por movimientos telúricos, debido al alto costo
de las pólizas que impusieron las aseguradoras, luego de la devastación
ocurrida en 2017.
Por esta razón, la Secretaría de Cultura federal
(SC), encabezada por Alejandra Frausto, trabaja en alguna
alternativa, junto con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para
paliar el problema.
Así lo detalló Arturo Balandrano,
titular de la Dirección de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural.
Reconoció que los más de 20 mil
inmuebles federales, que son monumentos históricos, artísticos o arqueológicos,
sí deben tener algún tipo de cobertura, pero hasta el momento no se ha podido
cubrir contra desastres telúricos.
El año pasado sí se contrató un
seguro contra desastres hidrológicos, es decir, inundaciones y huracanes. Es
una cobertura tanto para sitios arqueológicos como para históricos, por parte
del INAH. Pero en el caso de los riesgos por sismo está siendo analizado en el
equipo de la SC y la SHCP”, detalló.
Balandrano reveló que se trabaja
en varios escenarios. Por ejemplo, la creación de un fondo a través de una
aportación federal; a través de las modificaciones que se pretende hacer al
Fondo para la Atención de Emergencias (Fonden).
Otra opción es que, “en el caso
de los templos –que son propiedad federal y están bajo el resguardo de alguna
asociación religiosa–, condicionar ese uso... con la condición de que contrate,
individualmente, templo por templo, un seguro, lo cual resultaría más barato
que contratar un paquete para todo el país y (éste) sería a cargo de la
asociación religiosa”, apuntó.
Pero aún se están valorando esos
escenarios y creemos que se va a llegar a una solución óptima muy pronto para
poder tener esa cobertura”, añadió.
Además, añadió que, en el caso de
la Casa de la Malinche o Casa Colorada –que fue habitada por los muralistas
Rina Lazo (1923-2019) y Arturo García Bustos (1926-2017)–, también se
condicionará el apoyo del Programa Nacional de Reconstrucción (PNR) a cambio de
que la familia que habita dicho inmueble contrate un seguro contra sismos y lo
pague de su bolsa.
En el caso de La Malinche, la
casa debió haber sido asegurada (antes del sismo de 2017) y no lo estaba.
Entonces, una condición del apoyo que el gobierno federal va a prestar en este
año con el PNR, para atender esta casa, es que la familia contrate un seguro
contra sismos.
Arturo Balandrano también detalló
que, para este año, el PNR definió nuevas reglas de operación que se apoyan en
los mismos criterios publicados en 2019, “aunque se añadieron algunas
condiciones que permitan ser más eficientes en la transferencias de los
recursos federales para hacerlos llegar más rápidamente a los beneficiarios”.
Aseguró que esto le permitirá
“celebrar convenios de colaboración con las unidades ejecutoras que estamos
conviniendo para bajar los recursos en el primer semestre de este año, pero ya
sin las prisas del año pasado”.
Balandrano destacó que en 2020 el
PNR ejercerá 68 millones de pesos más que el año pasado, al pasar de 265 mdp a
333 mdp.
Con esos recursos, apuntó,
atenderá 115 proyectos que quedaron pendientes de 2019, y con el
presupuesto que sobre, pretende atender las nuevas solicitudes.
Al cierre de la convocatoria de
este año, que lanzamos el 10 de abril y cerramos el 11 de mayo, recibimos más
de 400 solicitudes, entre las que nos están solicitando una segunda etapa y
solicitudes nuevas. Sin embargo, las vamos a dictaminar en junio y publicaremos
los resultados a principios de julio”, explicó.
Balandrano también habló sobre
los cambios para este año.
Con el cambio en las reglas de
operación podremos atender más entidades, porque ampliamos las reglas de
operación para atender bienes que resultaron afectados aunque estén en
localidades que no tuvieron una declaratoria de desastre por los sismos de
2017, ya que esto fue una limitación, pues no pudimos atender solicitudes
de entidades como Querétaro e Hidalgo, pero este año sí será posible”,
aclaró.
Sin embargo, las entidades
deberán acreditar que los daños corresponden a las afectaciones de 2017.
Explicó que la prioridad es
continuar con las 155 obras que en un 60% ejercieron recursos en 2019, que
ejercieron durante los primeros tres meses de 2020. “Ésa es nuestra primera
prioridad y a ésas les vamos a garantizar recursos para continuar y poder
recuperar estos bienes”.
La segunda prioridad serán las 51
obras que reintegraron los recursos, debido a que no pudieron contratar los
servicios de empresas especializadas. “Son acciones que ya están dictaminadas y
beneficiadas desde 2019 y que es un compromiso atenderlas, por lo que no se
dictaminarán nuevamente”.
Así como las 115 acciones que se
intentaron convenir en 2019, las cuales ya fueron dictaminadas y aprobadas, por
lo que en este año entrarán directo.
La meta es cubrir las 321
acciones más las que podamos atender nuevas de estas solicitudes que recibimos
hace unos días, las cuales deberán dictaminarse y aprobarse”, detalló.
La idea es que todas estas
acciones sean atendidas con 290 mdp y que resten 43 mdp para las nuevas
solicitudes. “El compromiso del PNR es que termine hasta que entreguemos el
último bien afectado... y si falta recurso, habría la posibilidad de hacer un
esfuerzo adicional para buscar recursos porque es una prioridad presidencial”.
¿Concluirán en 2021 como
prometieron?, se le cuestionó. “Creemos que sí... aunque se está haciendo una
pequeña reconsideración para terminar en 2022”.