Habitantes de India se encuentran indignados luego de darse a conocer la noticia del asesinato de Kerela, una elefante que estaba embarazada y que fue brutalmente asesinada por un grupo de aldeanos
INDIA.
La muerte de una elefanta embarazada en la India, luego de comer una piña con explosivos, generó reacciones entre actores y deportistas, mientras que el gobierno informó hoy que continuará con las investigaciones tras la detención de una persona.
Con el hastag #KeralaElephantMurder, que se volvió tendencia en esa nación, se han recopilado varios testimonios, después de la muerte la semana pasada de la elefanta en la región de Kerala, ubicada en el extremo sur del país, cuando supuestamente algunos pobladores le dieron a comer una piña rellena de petardos.
Virat Kohli, capitán de cricket de la India, escribió en redes sociales que estaba “aterrorizado al enterarse de los que sucedió en Kerala. Tratemos a nuestros animales con amor y terminemos con estos actos cobardes”.
El actor de cine y productor, Akshay Kumar, refirió que “Quizás los animales son menos salvajes y los humanos menos humanos. ¡Lo que paso con el elefante es desgarrador, inhumano e inaceptable!. Se deben tomar medidas estrictas contra los culpables”.
Por su parte, la actriz Shraddha Kapoor cuestionó “¿¿¿¿¿¿Cómo??????. ¿Cómo puede suceder algo como esto?. ¿La gente no tiene corazones? Mi corazón se ha roto y roto ... Los perpetradores deben ser castigados de la manera más estricta”.
Por su parte, change.org pidió firmar la petición para detener esta situación y puntualizó que “la elefante que estaba embarazada murió parada en el agua, luego de enfrentar una de las formas más brutales de maltrato animal. Ella comió una piña llena de petardos, que le ofrecieron supuestamente algunos lugareños. La fruta explotó en su boca”.
Refirió que “la disparidad entre las sentencias en nuestro país es grande. La ley en India no asigna largas penas de prisión a los delitos contra la vida silvestre. Debería haber un gran temor entre los posibles asesinos de inocentes que deben saber que no podrían irse a casa con vida y recibirían un disparo incluso si se rindieran”.
Aseguró que “la condena por matar animales salvajes debe recibir una sentencia rigurosa con fuertes multas. Y hasta que las leyes de vida silvestre de la India se actualizaron recientemente, las sanciones por matar eran simplemente multas”.
Existe una frustración general sobre el enjuiciamiento de los asesinos de animales. Es importante construir la voluntad política para garantizar que se dicten penas de prisión. Una y otra vez, a los asesinos se les otorga fianza y fuga, o son absueltos en el juicio. Si este es el caso, entonces las medidas legales para acabar con los asesinatos no están funcionando”, puntualizó.
Reportes de prensa, señalaron que un hombre fue arrestado por su presunta participación en la muerte de la elefanta. “Este es el primer arresto en el caso que ha provocado indignación masiva. El arresto se produce un día después de que el primer ministro Pinarayi Vijayan dijera que tres sospechosos habían sido identificados”.
El hombre arrestado es un recolector de caucho de aproximadamente 40 años de edad y se está buscando a otros", indicaron la autoridades.
Señalaron que el elefante se perdió en una aldea cerca del Parque Nacional Silent Valley en Palakkad el mes pasado y, luego de comer la piña con petardos rellenos, caminó durante días en agonía antes de ir a un río y morir el 27 de mayo.
Los aldeanos de la región a menudo usan petardos o explosivos rellenos de comida (fruta o grasa animal) para proteger sus campos de animales salvajes como el jabalí, práctica que ha sido ampliamente condenada”, indicaron.
Señalaron que el mamífero nativo de África y Asia, protegido y cuyas partes está prohibido comercializar, es considerado ingeniero de ecosistemas con un papel vital en su hábitat porque contribuye a mantener la rica biodiversidad de los espacios que comparte con otros animales salvajes.
Anotaron que lejos de los millones de ejemplares que se calcularon alguna vez, ahora su población se ve reducida, principalmente por la caza furtiva, para satisfacer la demanda asiática de marfil y la creciente invasión humana de sus hábitats.