• Sobre la descentralización de las actividades culturales, el alcalde de Florencia informó a La Jornada que se prevé la creación de un Uffizi 2 en la periferia, para generar nuevos polos de atracción, lo que permitirá una mejor distribución del turismo
Florencia. La mayoría de los museos de
Florencia ha reabierto, lo cual hace pensar en un regreso a la normalidad.
Aunque los pocos residentes del Centro Histórico (unos 10 mil, según un estudio
de La
Sapienza) no logran animarla y no todos han reiniciado
actividades.
En entrevista para La Jornada, el
alcalde Dario Nardella comenta sus planes para reactivar la ciudad después de
la pandemia, teniendo como objetivo central el impulso a la cultura y a la
ecología, además de una reorganización del sobreturismo.
–¿Cómo ha afectado el Covid-19 a la ciudad?
–La pandemia ha resultado un shock económico
sobre todo en el Centro Histórico, muy dependiente del turismo y de los servicios.
Sin embargo, la ciudad tiene una economía diversificada en el área
metropolitana, alguna de excelencia nacional, como el sector farmacéutico y de
la alta moda. Aquí están Gucci, Ferragamo, Stefano Ricci y Fendi, entre otras
casas de diseñadores.
Rinasce Firenze
–Recién presentó un proyecto para el rescate
del Centro Histórico. ¿En qué consiste?
–Se llama Rinasce Firenze, y
tiene el propósito de diversificar los sectores económicos del centro de la
ciudad, incentivando el regreso de los residentes y teniendo como objetivo un
turismo de calidad y universitario. La ciudad cuenta con la presencia de 45
universidades estadunidenses, donde los estudiantes permanecen de seis meses a
un año, tiempo en el que establecen un vínculo con la ciudad. Quisiéramos que vinieran
también universidades chinas y rusas, y que Florencia se convirtiera en la
capital mundial de la alta formación.
“Nos interesa también un turismo de lujo,
capaz de gastar, y uno relacionado con las actividades. Por ejemplo, hemos
nominado a Florencia, junto con las ciudades de Bolonia y Génova, como
candidatas para las Olimpiadas de 2032.
–¿Qué cambiará?
–Queremos frenar el turismo de pisa y corre.
Muy pronto cerraremos los autobuses turísticos que no podrán descargar pasaje
en las puertas del centro, y en breve tampoco de todo el municipio. Ello
permitirá contener la afluencia de grupos diarios que representan el verdadero
problema de la ciudad. Antes de la pandemia llegaban 360 autobuses diarios,
cada uno con 50 personas llegando así a los 20 mil visitantes.
“Estamos trabajando mucho con la smart
city para controlar las filas frente a los museos, así como
los flujos de turistas, pero es muy difícil gestionarlo. Por ahora, ninguna de
las ciudades de sobreturismo, como Venecia, París y Barcelona,
han logrado contenerlo, pero intentaremos.”
–¿Fomentar el regreso de los residentes no
sería un control natural?
–Sí, lo estamos contemplando. Por ejemplo, en
la zona de Santa María Novella se rentarán 50 pequeños departamentos para
parejas de jóvenes, que pagarían un alquiler reducido. Haremos otras acciones
como esa. Además, regularemos también los Airbnb y
equivalentes, para ayudar a traer de vuelta a los residentes.
La apuesta, a un turismo más consciente
–En su proyecto afirma que quiere emprender
el renacimiento de la ciudad mediante el arte y la cultura.
–Sí, Italia está entre los últimos países en
gasto cultural. A pesar de ello, Florencia es la ciudad italiana donde se
invierte más en ese sector. Antes de la pandemia gastábamos anualmente 119
euros por cada ciudadano, más del doble que Roma y Milán. Sólo que ahora
estamos experimentando una situación muy difícil.
“El coronavirus ha desencadenado una crisis
económica, por ello haré una gira por las principales capitales del mundo en
busca de benefactores, pero también de inversionistas para la cultura. Me
refiero, por ejemplo, a proyectos de restauración que luego sirven para dar
empleo a los jóvenes restauradores, así como a los actos del mundo del
espectáculo, del teatro.
“La cultura puede ser un incentivo tanto de
inversión como de trabajo. Es decir, crear empleos por medio de la cultura es
fundamental. Para nosotros, este rubro es un motor de transformación del
turismo. Cuantos más actos artísticos haya, más visitantes conscientes e instruidos
vendrán, y más larga será su estadía. Se quedarán para los espectáculos, los
conciertos, para visitar museos.
–¿Y las periferias?
–Se ha hecho un debate público para crear una
sede secundaria de los Uffizi. Se llamará Uffizi 2 y estará ubicado en las
afueras del centro para crear nuevos polos de atracción, permitiendo a su vez
una mejor distribución del turismo en el territorio.
–En las crisis de 2008 y de 2013 en Italia se
recortó duramente a la cultura, creando un empobrecimiento de la población. Un
pueblo poco instruido no puede pensar en la justicia social, ni en transformar
un país para superar la crisis actual. ¿El municipio de Florencia hará recortes
presupuestales a la cultura?
–No, al contrario. Invertiremos más que nunca
en cultura y medio ambiente. Sin embargo, es necesario que el gobierno federal
lo haga también, ya que destina muy poco. Italia, por ejemplo, invierte casi la
mitad de Francia en términos del porcentaje del PIB, cuando somos el país más
importante en térmi-nos de cultura.