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Ciudad de México. Después de dos semanas con un descenso sostenido de casos y hospitalizaciones por Covid-19 en México, los nosocomios deberán reabrir los servicios que se suspendieron por la emergencia sanitaria y retomar la programación de cirugías, la prevención y detección temprana de cáncer, así como la atención de otras enfermedades, afirmó Gustavo Reyes Terán, titular de la Comisión Coordinadora de los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad.

El especialista advirtió sobre la importancia de preparar al sector salud para la nueva normalidad. Se debe ver qué ha pasado y atender a las personas con infartos al miocardio y eventos cerebro-vasculares, entre otros. La urgencia que hay por reactivar la economía también la tenemos para la atención de otros pacientes, subrayó.

En entrevista, anticipó el plan de des-reconversión hospitalaria que se prevé aplicar en los nosocomios.

Además, desde ahora debe comenzar la preparación para hacer frente a la posible sindemia (la confluencia de Covid-19 e influenza), con una mayor carga de enfermedad y muerte. Podría ocurrir a partir de octubre próximo.

Es un riesgo para el que debemos estar listos, con mecanismos como la vacunación contra influenza, que se debería aplicar a todo el personal de salud y a la gente con mayor riesgo de complicaciones graves frente a las dos infecciones.

Reyes Terán comentó que para la temporada de invierno los nosocomios también deberán contar con una herramienta de diagnóstico rápido que distinga influenza del Covid-19, pues el manejo clínico es diferente para cada padecimiento y los afectados no deben estar en el mismo sitio.

El resultado de la prueba PCR que ahora se utiliza para el diagnóstico de influenza y Covid-19 tarda de seis a siete horas. Hay otra opción con el estudio molecular GeneXpert, mediante el cual es posible saber en una a dos horas de cuál infección se trata o si son las dos. La ventaja es que en México ya se cuenta con equipos para efectuarlo.

Para Covid-19 no hay, hasta ahora, un tratamiento específico, pero en influenza se cuenta con el antiviral Oseltamivir, con lo cual el diagnóstico diferenciado es vital.

Precisó que desde ahora se deben hacer los cálculos de las dosis de vacunas que se requieren contra la influenza. Podrían ser más de las 30 millones que tradicionalmente se adquieren cada año. El objetivo de la estrategia es reducir al máximo el riesgo de la sindemia, pues el impacto en salud y muerte podría ser mucho mayor a lo que hasta ahora se ha visto sólo con el Covid-19.

Para la atención de la pandemia, un grupo de hospitales se reconvirtió para recibir a contagiados. En algunos, como los institutos nacionales de Enfermedades Respiratorias (INER) y de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán la reconversión fue de 100 por ciento, por lo que pospusieron consultas, tratamientos y cirugías del resto de los servicios. Algunos pacientes fueron referidos a otros nosocomios.

El funcionario puntualizó que el plan de des-reconversión empezará a funcionar sólo hasta que la curva epidémica vaya en descenso, y habrá que esperar al menos 14 días, que corresponden a dos periodos de incubación del nuevo cornavirus.

Al término de la Jornada Nacional de Sana Distancia y la reanudación de algunas actividades laborales será muy importante ver el comportamiento que tendrá la pandemia.

De cualquier manera, tenemos que ir viendo cómo vamos a retomar las actividades de las clínicas para pacientes no Covid. La estrategia de Reyes Terán prevé que el INER se mantenga cien por ciento Covid-19, con 250 camas con ventilador y como centro de referencia, hasta el término del invierno.

El Salvador Zubirán organizará la reapertura de sus servicios, de manera organizada y con base en prioridades clínicas. Conforme veamos que las hospitalizaciones por Covid-19 bajan será posible abrir el resto de los servicios.

Otros hospitales, como el Juárez de México, el Manuel Gea González, el General de México y el Hospital de Alta Especialidad de Ixtapaluca, que han mantenido algunas consultas y la atención de urgencias para la mayoría de las especialidades, también tendrán un plan de reapertura. Todos los nosocomios requerirán de cambios estructurales en sus instalaciones, a fin de separar a las personas con Covid-19 de las que tengan influenza, y a éstas respecto del resto de los pacientes.