• AMLO vs INE, muchas lecturas
Esa guerra fría que ha se ha
tornado viral entre dos presidentes, uno el de la república mexicana, Andrés
Manuel López Obrador y el otro el del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo
Córdova Vianello, es digna de un profundo análisis. Un análisis que nos abre la
posibilidad para obtener al menos cuatro lecturas.
La Primera, que en estos duros
tiempos de Pandemia, podría tratarse de un buen distractor. Lo cual no sería
extraño cuando ya lo han hecho antes varios presidentes.
La segunda, de una farsa
bien orquestada entre ambos, y en cuyo perverso juego el presidente de México,
ya adelanta que –como un ciudadano más-- será celoso vigilante del proceso
electoral.
La tercera lectura, nos dice
que nosotros --como ciudadanos comunes--, podríamos adoptarla más bien como una
abierta guerra entre los partidos de izquierda y de derecha.
Y la cuarta nos coloca en
el ojo del huracán. De tal manera que (también como ciudadanos comunes)
nos obliga a dividir los respaldos, es decir, o nos pronunciamos a favor
de AMLO, o nos vamos con Lorenzo Córdova.
¿Por qué? Porque es obvio que
cada uno busca defender sus privilegios, su liderazgo, su espacio, sus
prerrogativas. Entonces, unos estaremos a favor de uno, y otros a favor del
otro. Así de simple.
En otras palabras, los que
estén a favor de Córdova, pensarían, --lo que ya muchos piensan--, que
AMLO pretende irse por el camino de la autocracia, del centralismo, lo
cual sería muy preocupante para todos los mexicanos.
Mas por el otro lado, los que
estén a favor de AMLO, pensarían (también lo que muchos ya piensan) que en su
caso, Lorenzo Córdova lucha a toda consta porque no le maten ni le quiten su
gallinita de oro.
Sin embargo no podemos pasar
desapercibido que de tratarse de una guerra entre partidos, habríamos de
creer que más bien sería una guerra de Morena y el PT contra el resto de
partidos ya que como todos sabemos el PRD, --el otro partido de
izquierda-- no come en la misma mesa de AMLO.
Luego entonces, seguramente la
guerra deberá ser del PAN, el PRI, y el PVEM, contra Morena y PT. Y esta guerra
es mucho más comprensible cuando sabemos que el 2021 será determinante para
definir el mapa electoral de México y por consecuencia respecto a quién podría
ganar la presidencia del país en el 2024.
Y desglosando lo anterior,
muchos están de acuerdo con López Obrador, cuando afirma que el Instituto
Nacional Electoral es un “aparato costosísimo”.
Sin embargo, otras expresiones
que también brotan de labios del presidente como: “el INE nunca garantizó elecciones
libres en México”. Y luego que: “es el aparato de organización de elecciones
más caro del mundo y nunca garantizaron elecciones limpias y libres”, y que:
“triunfamos porque fue una ola, y era imposible de hacer un fraude; pero
en las anteriores elecciones lo permitió el INE”, son palabras que se las dejo
para su amplio criterio, mi lector.
Pero diré que en contra
de AMLO, también está el hecho de que quiere acabar con las organizaciones
autónomas, ya que como lo dijo textualmente “poco a poco” se revisa y
analiza la desaparición de diversos organismos autónomos. Y repito, aquí está
lo más preocupante. Porque desde aquí se advierte es el camino más corto a la
tiranía.
Y no tiene nada de raro,
porque desde el inicio de su administración, AMLO se ha pronunciado en contra
de los organismos autónomos reguladores, pues asegura que solo fueron creados
para despilfarrar el dinero público. Pero en días recientes, su discurso se ha
endurecido.
Y es preocupante porque entre
los organismos autónomos están también el Banco de México; el INEGI; la
Comisión Reguladora de Energía; la Comisión Nacional de Hidrocarburos, el
Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos
Personales y la CNDH. Mención especial merece el Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación. Cuyo organismo fue el primero en recibir
golpes en febrero de 2019, pues el nuevo gobierno proyecta sustituir al INEE
con el Centro Nacional de Revalorización del Magisterio y Mejora Continua de la
Educación.
Otro dato que divide opiniones
es que AMLO, de acuerdo a varias opiniones, quiere tener el control del
Instituto Nacional Electoral (INE), lo que por su parte, intenta impedir a toda
costa el actual presidente consejero de ese instituto, Lorenzo Córdova.
Por cierto, el encontronazo
más reciente entre Córdova Vianello y el gobierno de AMLO ocurrió en febrero de
este año, después de que los consejeros del INE aprobaron por mayoría de votos
la reelección anticipada de Edmundo Jacobo Molina como Secretario Ejecutivo por
un periodo de seis años. Toda vez que Jacobo Molina concluía su gestión hasta
abril, pero Lorenzo Córdova, adelantó la reelección a fin de asegurar los
votos necesarios para ratificar el nombramiento, debido a que en abril estarían
los nuevos consejeros y cambiaría la correlación de fuerza al interior del
Consejo General, lo que obviamente desató fuertes reacciones entre el
gobierno.
Y cuando digo que las
opiniones se dividen es porque en el caso de Lorenzo Cordova, en su contra está
el dineral que se destina para cada proceso electoral. Y si hacemos cuentas,
nada menos en los últimos seis años, --incluyendo el presupuesto de este
2020--, para la operación del INE se han destinado 100 mil millones de pesos.
Otro punto en contra de
Córdova fue cuando por allá en 2016, estaba terco en tener un Partenón como
nuevo edificio, el cual costaría nada más y nada menos que mil millones de
pesos. Pero al final de cuentas la obra fue suspendida. Y las criticas subieron
de tono cuando se afirmó que se trataba de una obra Faraónica, de dos torres de
14 pisos, huertos en las azoteas, canchas deportivas, planta de tratamiento de
aguas residuales, controles de accesos automatizados con lectores biométricos y
chapas electromagnéticas, estacionamiento subterráneo. Y lo peor fue que
también se proyectaba la construcción de una ciclopista interna, además de una
Plaza para eventos diversos.
Lo anterior es preocupante
porque ya estamos de cara a las elecciones del 2021, que el camino a la
democracia es más espinoso, y que estamos de frente al Coronavirus… Cuestión de
tiempo.