• CMD Grandes compromisos.
Desde el 10 de septiembre de 2015
cuando tomó protesta como gobernador constitucional de Baja California Sur por
el periodo 2015-2021, Carlos Mendoza Davis hizo el compromiso con los sudcalifornianos
de generar el desarrollo amplio, generoso y profundo de todas las familias.
Y después, el 21 de febrero de 2020, al asumir la presidencia de la
CONAGO, supo de la gran responsabilidad que se echaba a cuestas y el arduo
trabajo que le esperaba.
Sabía que desde la gubernatura,
en primera instancia, debía proteger a los sudcalifornianos y procurarles
mejores formas de vida. Y ya con la estafeta de la CONAGO en sus manos se
obligaba a convocar a la unidad nacional para conjuntamente a través del
federalismo, encontrar la fórmula que la historia, la razón y la política
pudieran dar para superar los desafíos externos que se avecinaban y que
lesionarían el progreso nacional como ya está ocurriendo.
Y lo reiteró tras tomar protesta
como Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores al proponer un
gran acuerdo nacional para generar crecimiento económico, y acabar con la
pobreza extrema, justo cuando ya la Pandemia empezaba a causar estragos.
Fue por eso que ese 21 de
febrero, Mendoza Davis fue muy claro al refrendarle al presidente Andrés Manuel
López Obrador la disposición de los gobernadores de trabajar por el país,
diciéndole que la CONAGO será un espacio de interlocución franco, abierto y
firme, reafirmándole que “México es la suma de las entidades que representamos,
trabajaremos para que a México le vaya bien. Y para ello, a su presidente le
debe también ir bien”.
Adelantó que buscará determinar
un consenso para impulsar el crecimiento con igualdad aprovechando las
fortalezas sectoriales que ofrece la geografía nacional.
Recordó que la CONAGO es producto
del federalismo plasmado en la Constitución. Y anunció por tanto que en los
próximos meses solicitará al Congreso de la Unión, se reforme el artículo 116
de la Constitución para elevar a la CONAGO a nivel constitucional como
representante de las entidades y órgano de consulta.
Al presidente le dijo también que
“es imprescindible, en estos complejos tiempos que se avecinan, reforzar el
Federalismo, modernizarlo, profundizarlo. Tenemos la obligación moral, pero
también el deber político, de encontrar las mejores vías para dar solución a
las más sentidas necesidades de la población”.
Y estimó que “la política es el
arte de aproximar. De construir para enfrentar juntos la adversidad”. Por tanto,
manifestó que “incrementar el salario es un acto de justicia, cuyos
efectos se multiplicarán si logramos crear millones de empleos con seguridad
social”, por lo que planteó un acuerdo para crecer y llevar prosperidad a
cada hogar, basado en desatar la energía de cada estado y región, para
traducirla en crecimiento, a su vez en empleo e igualdad.
Fue muy claro al señalar que “el
crecimiento sin distribución es simple acumulación. Pero también la
distribución sin crecimiento es repartición de la carencia”. Luego entonces
demandó: “salgamos del falso dilema de que México o crece o se desarrolla.
Debemos, y se puede, crecer con desarrollo”, agregó. Y propuso que el
crecimiento sea la herramienta para acabar con la pobreza extrema en la que
viven 9.3 millones de mexicanos.
Por cierto, Carlos Mendoza
Davis que intuía lo que vendría con la Pandemia, al referirse a los
acontecimientos que ya esas últimas semanas estaban llenando de tristeza, dolor
y luto al país, y a su estado, convocó a una reunión inmediata,
para atender la emergencia nacional. Y no es para menos cuando la historia
nacional nos recuerda que las grandes calamidades han provenido no de la
asechanza externa sino del encono interno, de la desconfianza, la desunión y la
falta de solidaridad”.
Fue entonces cuando el gobernador
de Baja California Sur expresó que en este gran esfuerzo nacional se requiere
de todos: “se requiere la audacia del emprendedor. Los recursos del
inversionista. El empuje de la sociedad civil. La creatividad de las mujeres.
El compromiso de los trabajadores. La energía de los jóvenes y la coordinación
del Estado”.
Y aquí, en un claro e
indiscutible mensaje, Mendoza Davis expresó que el país es demasiado grande,
plural, diverso para reducirlo a una sola idea o expresión.
En efecto, es hoy cuando se
requiere la ayuda, cuando se requiere la solidaridad, cuando la hermandad debe
estar presente, pues es hoy cuando la enfermedad ha llegado al momento más
frágil para el sistema humanitario y sus efectos, sin duda van a causar terribles
estragos en todo el mundo.
Es pues en estos momentos cuando
aquellos que ganan millones de pesos diarios, volteen hacia abajo y hacia
atrás, y juntos, propongan soluciones antes de que explote una lucha social,
(que ya se está detonando), donde --sin duda--, serán ellos los grandes
perdedores.
Así es. Porque es hoy cuando está
presente el riesgo de una recesión económica sin precedentes (que como lo
sabemos, es un decrecimiento de la actividad económica durante un periodo de
tiempo. Y es la fase del ciclo económico en la que la actividad económica
se reduce. Por tanto disminuye el consumo y la inversión y aumenta el
desempleo.
Y para tener una idea clara de lo
anterior, diré que el Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó este que la
economía mundial entrará en la peor recesión desde la Gran Depresión de 1929
por cuenta de la pandemia. Y según la directora del organismo, Kristalina
Georgieva, la "recuperación parcial" de la economía solo –si bien nos
va—podría reproducirse hasta 2021.
Vale decir entonces que a Mendoza
Davis le asiste la razón al considerar que el gran reto que tienen las
entidades, y en su caso los países, es evitar que la crisis sanitaria y
económica desemboque en una crisis humanitaria de proporciones alarmantes.
Luego entonces es hoy cuando
aquellos que tienen posibilidad de distribuir algo de su gran riqueza lo hagan.
Porque se requiere desde inteligencia hasta solidaridad, porque tenemos
que mantener un pensamiento estratégico juntos y porque juntos tenemos que
resolver esto.
De no ser así, todos vamos a
perder.
Cuestión de tiempo.