• El guitarrista mexicano publicó su más reciente producción 'Altzil' en plataformas digitales.
¿Qué sentido tiene el arte si no es para
sensibilizar al otro y contribuir a generar comunidad?, inquiere el guitarrista
mexicano Jerónimo Rajchenberg, quien bajo su sobrenombre maya de Axjel acaba de
publicar su más reciente producción discográfica, Altzil,
en las más importantes plataformas digitales de música, como Amazon, Apple
Music, Google Music y Spotify.
Integrado por 11 piezas, se trata de
una “una propuesta ecléctica” que congrega géneros, tradiciones, épocas,
estilos y autores distintos con la idea, dice el intérprete, de reflejar lo que
ha sido y es nuestro mundo.
Destacan dos temas de raigambre social: Ayotzinapa y El quetzal
herido, ambos de su autoría. El primero, dedicado a los 43
estudiantes de la normal de aquella comunidad guerrerense desaparecidos en 2014
y, el segundo, a las mujeres víctimas de la violencia en América Latina.
“Para mí, este disco es hablar de lo que está
pasando. Es como si fuera un retrato de lo que ocurre en mi interior, pero, más
allá de lo que siento, son aspectos a los que no debemos dar la espalda”,
explica.
Jerónimo Rajchenberg o Axjel (nombre que le
fue asignado en una comunidad tzeltal en la que vivió) considera que si bien la
música consigna la celebración y la fiesta, también debe hacerlo con aquello
que es doloroso y nos afecta del mundo contemporáneo, como los los niños
mexicanos metidos en jaulas en la frontera con Estados Unidos o los
feminicidios en el país.
En entrevista, el también docente e
investigador define al arte como una válvula de escape y una propuesta, un
camino de autoaprendizaje, pero también un mecanismo de comunicación y una
manera de sensibilizar al otro, por lo cual toda expresión artística es para él
un reflejo de su tiempo.
En ese sentido, disiente de esa posición del
artista ajeno a sus circunstancias y entorno y afirma que “hay mucho ego
en torno del arte” cuando quienes lo hacen deberían ayudar a crear comunidad,
que en su opinión es lo único que puede salvarnos como especie.
“Es a través del arte que podemos generar
comunidad para que la gente piense no sólo en sí misma; el arte comunica de
otra manera y permite que las personas se acerquen a los hechos y fenómenos de
manera distinta, con otra sensibilidad”.
El guitarrista sostiene que en la música no existen
rangos ni castas y que la división entre los ámbitos culto y tradicional es un
despropósito el cual espera quede muy pronto suprimido para siempre, al ser en
su opinión remanentes de clasismo y racismo.
Tal manera de pensar queda asentado
en Altzil,
al ser un álbum conformado por piezas no sólo de ambos mundos, sino de épocas,
geografías y autores distintos. Lo mismo incluye una obra de 1546, Fantasía,
de Alonso Mudarra, que una escrita hace unas semanas. Hay, además, música
tradicional de México, como La Llorona, y otra de origen balcánico, Walk dance,
así como un tango de Astor Piazzola, entre otras.
Puede descargarse en los siguientes enlaces:
https://www.amazon.com/gp/product/B08545D5LF, https://music.apple.com/us/album/altzil/1500385476?uo=4&app=itunes,
https://play.google.com/store/music/album/J_X_E_L_Altzil?id=Blyvqwv5z55jmylfdcguls7zbbm y https://www.deezer.com/us/album/133412542.