Se debe tener un correcto manejo del cubrebocas al momento de desechar para evitar no solo el COVID-19 también la contaminación de los mares
San José del Cabo, Baja California Sur-. De acuerdo a grupos ambientalistas la aparición del COVID-19 en todo el mundo representó una nueva forma de contaminación ambiental, no solo por los efectos en la salud que está generando, sino por la contaminación que dicha pandemia de está generando.
La llegada de la “nueva normalidad” obliga a los ciudadanos a que porten cubrebocas, los cuales de acuerdo a expertos están causando un nuevo tipo de contaminación en los océanos.
Operación Mar Limpio una asociación mundial sin fines de lucro advierte que esta situación es nueva para el mundo por tratarse de cubrebocas, sin embargo, es reflejo del mismo retroceso donde se acumulan los desechos plásticos, producto de una cultura mundial de “usar y tirar” agravada por una tasa de reciclaje poco significativa.
En 2019 Baja California Sur (BCS) se convirtió en uno de los primeros estados del país en promover una ley que prohibiera el uso de plásticos, unicel o bolsas de un solo uso. Una medida que aunque en un principio causó molestia, poco a poco se iba adoptando. Esto hasta la llegada del COVID-19, que provocó nuevamente un uso desmedido de plásticos y contenedores de alimentos de unicel, con el cierre de restaurantes y el aumento de la comida a domicilio, dejando prácticamente en el olvido la aplicación de la ley.
A eso se sumó además el incorrecto manejo de los cubrebocas usados por parte de algunos ciudadanos, quienes sin el más mínimo cuidado los dejan tirados en la calle, lo que provoca no solo contaminación, también un foco de infección por Coronavirus.
Para la dirección municipal de Servicios Públicos ha sido difícil determinar la contaminación por cubrebocas o plásticos de un solo uso, pero sí han dado a conocer que desde que comenzó el confinamiento social se tuvo un aumento de la generación de basura de aproximadamente 30 por ciento en el municipio de Los Cabos.
“Esto es excepcional, nunca habíamos encontrado un guante o un cubrebocas en el océano, pero es una realidad desde que la gente comenzó a salir de sus casas portando mascarillas, las cuales tiran al piso. Esto lo comenzamos a ver desde hace un mes y es un nuevo tipo de contaminación”, refirió Laurent Lombard de la Asociación Operación Mar Limpio.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) recomienda que una vez usada la mascarilla se debe cortar en pedazos y ser colocada en una bolsa, a pesar de que esto evita que el coronavirus se propague, continúa reforzando los desperdicios plásticos, por lo que se resuelve el problema de salud, pero no el problema de contaminación.
Una cubrebocas desechable tarda más de 400 años en desintegrarse y si se encuentra en el mar no solo amenaza a las especies como peces, medusas y arrecifes de coral sino a la vida humana.
Para disminuir un poco el impacto ambiental por el uso de mascarillas, lo más aconsejable utilizar cubrebocas de tela, los cuales son lavables y en caso de tener que usar desechables no arrojarlos en contenedores de la vía pública o calles, sino llevarlos a casa y separarlos como debe ser.