• Muestra de ello es el caso del club Atlético de San Luis, que decidió prescindir de 10 de sus 30 jugadoras
México
La crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus
ha comenzado a causar estragos en el futbol femenil mexicano, muestra de ello
es el caso del club Atlético de San Luis, que decidió prescindir de 10 de sus
30 jugadoras, así como del cuerpo de técnico de dicha categoría, de cara a la
siguiente temporada.
Entre las futbolistas que
salieron del cuadro potosino en días recientes se encuentra Tamara Romero,
quien deploró que ante las repercusiones originadas por el Covid-19, la
solución de los equipos sea sacrificar a sus escuadras femeniles.
Entiendo que actualmente
existe una crisis económica, pero lo que no comprendo es por qué su primera
opción fue recortar a la plantilla femenil. Sé que no generamos los mejores
ingresos, pero tampoco creo que seamos un factor que pueda dejar a un equipo en
quiebra, señaló la delantera en entrevista con La Jornada.
Explicó que a todas las
jugadoras del Atlético de San Luis se les acabó recientemente el contrato, el
cual era de un año, pero mientras a unas les propusieron seguir con menos
sueldo, a otras ni siquiera les dieron esa opción.
La jugadora de 29 años comentó
que en su caso, le ofrecieron continuar en el plantel con un recorte
salarial, pero no llegamos a un acuerdo y preferí buscar una oportunidad en
otro club. Aunque tengo que decir que estoy muy agradecida con el equipo, pues
fueron muy respetuosos con mi decisión, las pláticas que tuvimos fueron muy
cordiales y se quedaron las puertas abiertas.
Afirmó que le sorprendió
mucho que el conjunto potosino “haya tomado esta determinación, pues no es
lo mismo bajarle el sueldo a una jugadora que gana en promedio cinco mil pesos,
que a un futbolista que cobra entre 100 mil y hasta dos millones de pesos al
mes.
Obviamente le perjudica más a
la jugadora que le recorten 50 por ciento de su salario que a un futbolista,
con lo que ellos ganan en un mes se podría cubrir el pago de la plantilla
femenil y de todo el personal que trabaja ahí.
La atacante, quien además
trabaja en la Secretaría de Seguridad Pública, agregó que es lamentable
que pasen este tipo de situaciones. Como mujeres, muchas veces tenemos que
aceptar cosas así con tal de cumplir nuestros sueños, y no podemos protestar
porque luego es contraproducente y hasta te bloquean para abrirte paso en otro
club. Tampoco podemos demandar, porque el sueldo que recibimos no nos alcanza
ni para contratar a un abogado, esas son las desventajas del futbol femenil
mexicano.
Pese a todo, Tamara, quien
también formó parte del conjunto femenil del Querétaro, es optimista y confía
en que pronto podrá conseguir un lugar en otro equipo.
“En una crisis siempre surgen
oportunidades. Tras anunciar mi salida del Atlético de San Luis tuve
invitaciones por parte de otros clubes, pero apenas estamos en pláticas.
Por el momento voy continuar
en la Secretaría de Seguridad Pública, que es donde sí tengo una certeza
laboral, lo cual no sucede en el futbol, pues son contados los equipos que dan
contratos de dos años o más, y si queremos jugar, tenemos que aceptar las
condiciones, a veces no tenemos otra opción, no hay quién proteja nuestros derechos
como futbolistas, por eso le doy prioridad a mi trabajo, mencionó.
Las afectaciones por el brote
de coronavirus también han alcanzado a equipos poderosos del balompié nacional,
como Tigres de la UANL, cuya directiva anunció también la baja de nueve
jugadoras como parte de la reestructuración en el plantel femenil.
Carolina Jaramillo, Vanessa
Flores, Brenda Viramontes, Vanessa González, Paulina Solís, Sonia Vázquez,
Jazmín Enrique, Britany Cárdenas y Perla Navarrete son las jugadoras que
terminaron su relación laboral con el conjunto felino.
A su vez, la defensa Silvia
López y la mediocampista Montserrat Peña, del Toluca, no continuarán en el
conjunto escarlata. Mientras Alicia Cervantes se convirtió en la primera baja
de Rayadas de Monterrey rumbo al torneo Apertura 2020.