• La jefa del Servicio de Administración Tributaria, Raquel Buenrostro, informa sobre la acción legal contra factureras
Ciudad de México. El Servcio de Administración Tributaria
(SAT) y la Procuraduría Fiscal presentarán siete querellas en contra de 43
empresas dedicadas a la elaboración de facturas falsas para amparar ilegalmente
la evasión fiscal por más de 55 mil millones de pesos, informaron hoy ambas
dependencias.
El procurador fiscal, Carlos Romero, anunció
que en primera instancia se emprenderán acciones legales contra quienes vendían
las facturas, con cargos por defraudación fiscal y lavado de dinero
Quienes compraron facturas falsas tendrán
tres meses para regularizarse o, de lo contrario, también se procederá
legalmente contra ellos por evasión fiscales, con el mensaje de que “se acabó
la fiesta”
“Si en estos tres mese no se regularizan, se
presentan querellas contra quien compró facturas, porque se presume que sí hay
acuerdo criminal entre el que compró y el que vendió”, dijo Romero, en la
conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Explicó que si en esos caso no hay
regularización, se configuraría el delito de defraudación fiscal y defraudación
fiscal equiparada, que pueden alcanzar hasta nueve años de prisión.
Dijo que el eje de la investigación fue el ejercicio 2017.
El presidente Andrés Manuel López Obrador
señaló que hay cerca de ocho mil contribuyentes involucrados, que deben
regularizarse para evitar una acción legal en su contra.
Raquel Buenrrostro, titular del SAT, informó
que las denuncias se basan en una investigación a operaciones simuladas por un
monto global de 93 mil millones de pesos, de los que se desprende una evasión
fiscal de 24 mil 550 millones de pesos por Impuesto al Valor Agregado; 11 mil
330 millones de Impuesto sobre la Renta y 19 mil millones de pesos por ISR
retenido.
La funcionaria explicó que la compra-venta de
facturas falsas para simular gasto se realizaba principalmente en servicios
como mantenimiento, servicios profesionales y los denominados consumibles, que
son mas complicado de verificar a diez años de realizados.
Con esa simulación en el papel se elevan los
gastos y se reduce el monto de los impuestos.
Buenrostro señaló que las factureras
comenzaron a proliferar como despachos contables, cuyas direcciones fiscales
eran en realidad terrenos baldíos o departamentos de interés social en zonas
populares. En algunos casos acudían a las empresas para “ofrecer sus servicios”
y se convertían en “socios comerciales”.
Anunció que el SAT enviará cartas a todas las
empresas involucradas que utilizaron este tipo de documentos para deducir
impuestos a fin de que se regularicen en su situación fiscal, “porque a lo
mejor un gasto no podían comprobar, pero están comprobando facturas a empresas
vinculadas a crimen organizado".
Buenrostro explicó que hay dos tipos de
empresas factureras, las que sólo venden estos documentos a compañias o
contribuyentes y las vinculadas al crimen organizado, que intentan justificar
gastos que en realidad están relacionados con acciones delictivas como trata de
personas, tráfico de drogas o pago de sobornos.entre otros.
A su vez, Romero explicó que las factureras
proliferaron porque antes se hacían investigaciones superficiales, pero ahora
existe una determinación de evitar la evasión fiscal con el respaldo
presidencial.