• Implica un costo promedio de 36 mil 129 pesos por habitante, reporta el Instituto para la Economía y la Paz
Ciudad de México. Las pérdidas económicas por el grado de
violencia en el país multiplican por 30 el gasto de gobierno en seguridad
nacional y procuración de justifica. Mientras a este último se destina 0.7 por
ciento del producto interno bruto (PIB), la violencia acaparó 21.3 por ciento
–poco más de una quinta parte- de toda la actividad económica de 2019, reporta
el Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
Los 4 billones 570 mil millones de pesos que
la asociación estima para ese rubro son ocho veces más que el gasto público en
salud y seis veces por arriba que el de educación. De manera particular, la
violencia implica un costo promedio de 36 mil 129 pesos por habitante, cinco
veces el salario mensual promedio de un trabajador en México.
Durante la presentación del informe, Carlos
Juárez, director del IEP en México, detalló que en el índice de paz que lleva
la organización, el país se deterioró 4.3 por ciento respecto al año pasado, y
ello fue en gran parte por el incremento de 24.3 por ciento en la tasa de
delincuencia organizada. De hecho, a la fecha hay 18 conflictos activos
entre cárteles del
crimen, siendo que en 2006 previo a la ofensiva desatada por Felipe Calderón se
ceñían a tres.
“No hay buenos resultados, sigue
incrementando la violencia”, resumió el investigador al dar cuenta para 2019
con incremento en homicidios, violencia sexual y del crimen organizado. Si bien
el gobierno actual –presidido por Andrés Manuel López Obrador– tiene una visión
más amplia en su política de seguridad, no se están destinando suficientes
recursos y las secretarías de Estado trabajan de manera desarticulada, explicó.
Se necesita “poner los presupuestos donde
están los discursos”, consideró Juárez. Más allá de los programas de prevención
de adicciones, de transferencias a jóvenes, “hace falta invertir en las
instituciones de impartición de justicia, las tasas de 97 por ciento en
impunidad son escandalosas”, agregó. Y es que en los últimos dos años, a medida
que ha aumentado el gasto militar, se han cercenado en el sistema judicial y el
de seguridad interna.
El análisis, que está elaborado con base en
datos estadísticos de instituciones mexicanas, arroja que los conflictos entre
grupos delictivos aumentaron de 2009 al año pasado, ya que la llamada guerra
contra las drogas trajo consigo que mientras en 2006 la disputa territorial o
las confrontaciones estuvieran localizadas y solamente involucraran a tres
organizaciones, hasta el año pasado este tipo de conflictos involucren a 18
bandas y que los hechos violentos ocurran en la mayor parte del país.
Al ubicarse México en el lugar 63 de 167
países que agrupa el Índice de Paz Global, en 23 entidades hubo también
deterioros. Yucatán fue el estado más pacífico de México por tercer año
consecutivo, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Campeche y Nayarit. Si bien fueron
los más pacíficos, en tres de ellos se deterioró el índice de paz.
En el otro extremo, Baja California siguió
siendo el estado menos pacífico de México en 2019, seguido de Colima, Quintana
Roo, Chihuahua y Guanajuato; en cuatro la tasa de homicidios rebasa los 49
casos por cada mil habitantes. Por primera vez en siete años Guerrero salió de
los cinco estados más violentos, ahora ocupa la sexta posición.
Homicidios, la crisis de México
Carlos Juárez destacó que el indicador que
más agrava los índices de paz en México es el homicidio. Desde 2015 incrementó
86 por ciento con 35 mil personas asesinadas el año pasado. Es ahora la
principal causa de muerte entre los 15 y 44 años de edad y la cuarta más común
entre los niños de cinco a 14 años.
“La crisis en México se llama crisis de
homicidio”, recalcó el investigador. Dijo que en el contexto actual, con la
pandemia de Covid-19 azotando la economía de diversos países, en el país se
tiene que seguir trabajando a largo plazo en la seguridad.
Agregó que en este contexto, la presencia del
crimen organizado y su constante avance responde también a las prácticas de la
rama empresarial, que en las últimas semanas ha exhortado por apoyos
financieros en orden de no generar desempleo.
“Si las poblaciones no tuvieran carencias tan
grandes, si no estuvieran en tanta vulnerabilidad no recibirían estas
despensas”, dijo a propósito de los apoyos alimenticios que grupos criminales
han repartido en el país a gente ya en situación vulnerable y aquella que se
quedó sin empleo en el margen de esta crisis.
IEP está vinculada con organismos como el
Instituto Aspen, y su sede se encuentra en Australia, y cuenta con oficinas en
México y Nueva York, y anualmente elabora sus estudios de paz, y en ese
contexto en el caso de México señala que de 2015 a 2019 los delitos violentos
aumentaron 40 por ciento particularmente los casos de agresión sexual contra
mujeres se incrementaron 60 por ciento.
Asimismo, refiere que los delitos en que se
emplean armas de fuego se duplicaron en el mismo lapso y el
narcomenudeo aumentó 75 por ciento.