• La mentira de moda de AMLO es decir que la curva epidemiológica “ya se aplanó”. Ya son 6 mil 510 muertos. El costo será definitivamente político-electoral • A ciegas el gobierno de López Obrador parece no tener muy claro bien a bien qué hacer y hacia dónde va • Las pifias y todas las carencias que ahora vemos de la fracasada Cuarta Transformación tendrán una repercusión adversa en su ya mermada aceptación ciudadana
Definitivamente en este
momento la prioridad es atender a crisis sanitaria y como consecuencia de ello
la adversidad económica cada día más evidente entre la población, pero el tema
electoral que es en este momento secundario, no puede dejar de verse pues
dentro de un año habrá elecciones en todo el territorio nacional.
En este sentido en Baja
California Sur, al igual que en el resto del país, las prioridades son las
mismas y el tema electoral también ocupa el mismo espacio, una posición
secundaria.
Pero no por ello se puede
perder de vista que estamos a punto de entrar en la segunda mitad de un año que
es preelectoral muy a pesar de lo catastrófico, por los fallecidos por
Covid-19, la quiebra de empresas y la terrible sombra de los miles de
desempleados que ya se registran.
A pesar de que en esta crisis además
de la mayoría de los Senadores y diputados federales, los grandes ausentes han
sido los dirigentes de prácticamente todos los partidos políticos que también
“se han hecho de la vista gorda”.
Hasta ahora por obvias razones
la comunidad no tiene gran interés en el desenvolvimiento de los partidos o de
futuros aspirantes a puestos de elección popular, aunque no deja de registrar
que los actuales representantes electos en el 2018, han sido una enorme
decepción, simple y sencillamente brillan por su ausencia y ahora que la
comunidad requiere de su solidaridad no aparecen.
Hemos dicho respecto a los
legisladores federales, que el diputado Rigoberto Mares ha mantenido una
actividad intensa tanto en redes sociales como en la visita a zonas de la
comunidad para llevar apoyos, pero el resto están en algún lugar del país,
resguardados, literalmente “perdidos”.
Sin embargo y a pesar de que
la prioridad está enfocada literalmente en salvar la vida, para cuando concluya
esta pandemia estaremos inevitablemente con las fechas encima para el inicio
formal del proceso electoral que concluirá con las elecciones de julio del año
que entra.
Por supuesto que a querer o
no, el balance de los resultados que se observan durante esta crisis tendrá una
repercusión directa en imagen y aceptación ciudadana de los diversos partidos
políticos.
Vale decir que hasta ahora,
por ejemplo, que la decepción y el desencanto hacia Morena como partido en el
poder federal aumenta constantemente, no ha sido convincente y cada día crece el
descontento.
Por supuesto, aún no se dice a
última palaba respecto a esta pandemia que esta semana sigue registrando un
terrible incremento en el número de víctimas mortales de mexicanos que ya no
podrán ver cómo concluirá este accidentado año 2020.
Las mentiras, las pifias y
todas las carencias que ahora vemos de la fracasada Cuarta Transformación del
gobierno federal inevitablemente tendrán una repercusión adversa en su
aceptación ciudadana y en lo electoral.
El gobierno de AMLO, cegado
por un desbordado ego va a ciegas y parece no tener muy claro bien a bien qué
hacer, ayer jueves se llegó a la cifra de 6 mil 510 muertos y la mentira de
moda que ha establecido el gobierno federal que encabeza López Obrador es la
que afirma que la curva epidemiológica “ya se aplanó”.
Ello incrementa la duda y la
incertidumbre de una población que está muy consciente del potencial para
cobrar electoralmente todas las expectativas no alcanzadas por la actual
autoridad.
Por supuesto todos los
organismos y actores de la política nacional y estatal saben que este negro
panorama sanitario y económico actual, se puede tornar prácticamente del mismo
color en los resultados electorales del próximo año.
No se trata de revolver un
tema con otro, sino de aceptar y entender que es precisamente en lo
político-electoral donde pueden tener su respectivo pago, los representantes de
las actuales negligentes autoridades federales que cavan todos los días la
tumba política reservada ya desde ahora principalmente para muchos de los
representantes de Morena.
¿No le parece así amable
lector?