• Mentiras y fantasías de AMLO impactan en la desgastada imagen de Víctor Castro Cosío • Reconocida su desfachatez y tramposa “mentalidad democrática” del “profe” a quien ya no le será suficiente una buena charra o chiste banquetero para compactar su angustiado grupo político • Utilizan en su pírrica defensa del jefe del ejecutivo federal en la entidad a ociosos defensores de Castro Cosío, quien es un “come solo” de primera
Existen en la cansada figura del
Presidente Andrés Manuel López Obrador, dos características que ponen en alto
riesgo su proyecto de gobierno y su posición en la historia de este país. Las
mentiras como práctica cotidiana en sus expresiones y un espíritu dictatorial
del que todos los días tenemos muestra de ello.
Obviamente estas
particularidades que cada día están más a la vista, impactan ya desde ahora de
manera directa a Morena y a sus respectivos representantes como es el caso de
los llamados “superdelegados” en las entidades que para el caso de Baja
California Sur, se trata del desacreditado Víctor Castro Cosío quien además,
simplemente no puede con el paquete de ser servidor público federal y aspirante
a candidato de su partido a la gubernatura.
Ya de por sí las cosas no
marchaban bien en el equipo de Castro Cosío quien se ha tenido que tragar sus
palabras en más de una ocasión para emplear a ex destacados miembros del PRI,
partido al que en todo momento, tal como López Obrador, ha denostado hasta el
cansancio.
¿Pero qué tienen que ver la
sarta de mentiras y pataleos del mandatario López Obrador que lo ponen en
evidencia literalmente a diario ante la opinión pública nacional e
internacional y una gran cantidad de ciudadanos que aún no salen de su asombro
y decepción?
Pues resulta que su
representante en la entidad, también es bueno para contar charras y armar
fabulosas fantasías en torno a su labor y pretensión política en donde la
desesperación ahora hace más estragos, sobre todo a raíz de que se inició la
actual pandemia y en donde su papel ha dejado mucho que desear.
No basta para el proyecto de
Castro Cosío contar con improvisados “analistas” que lo que menos tienen es
calidad moral como para defender a un proyecto que se dice de cambio y en donde
ya no existen suficientes malabares para hacer ver las mentiras y fracasos de
la llamada 4T que encabeza López Obrador, como acciones acertadas de beneficio
para la comunidad.
Castro Cosío realmente es una
figura golpeada dentro y fuera de Morena.
Y seguramente tendrá que entender
que aún no aparecen sus verdaderos y definitivos adversarios morenistas que le
disputarán con todo, la candidatura tan anhelada y en la que no solo bastará
ser consentido del mandatario nacional que a su vez se desmorona
irremediablemente.
Las mentiras sobre el manejo
de la pandemia, la incertidumbre para enfrentar la crisis económica, el fracaso
de los “abrazos, no balazos” y con ello la militarización de los cuerpos de
seguridad pública que se suma al estrepitoso fracaso de la llamada “Ley Bonilla”
en nuestro vecino estado norte, son ejemplos de cómo se desgasta la llamada
“Cuarta Transformación” que efectivamente cada vez se parece más una
transformación de cuarta.
Obviamente para los defensores
a ultranza de Castro Cosío como sus incondicionales Omar Castro, el regidor
José María Avilés, entre otros, no es conveniente tampoco reconocer que muchos
de sus seguidores a estas alturas ya no son tantos y prefieren guardar un
inteligente silencio.
Vaya, es tan conocida su
desfachatez y tramposa “mentalidad democrática” de Castro Cosío que quienes lo
conocen de cerca tienen bien claro que al “profe” ya no le será suficiente una
buena charra o chiste banquetero para mantener compactado su angustiado grupo
político.
En los hechos la decepción es
enorme, sobre todo porque siempre se trató de ponderar honestidad y
transparencia.
Hoy la vapuleada bandera López
obradorista es evidenciada diariamente como falsa y mentirosa que genera
expectativas irrealizables y que a pesar de ello y por encima de todo presumen
supuestas diferencias con administraciones pasadas.
Mentir es un reflejado de la
deshonestidad que tanto cuestionaron y atacaron dentro de su lucha López
Obrador y sus principales seguidores por llegar al poder. Hoy son víctimas
precisamente de lo que tanto criticaron.
Hoy empoderados, su proyecto
no fluye bien, la corrupción demostrada a través de Los Bartlett, la
incompetencia administrativa, y la intolerancia hacia quienes señalan sus
errores, entre otros, han conformado un gobierno que va de tumbo en tumbo, de
fracaso en fracaso.
Por ello para Víctor Castro,
salir a la calle a defender a López Obrador y tratar de disfrazar con verdades
a media las mentiras completas del mandatario nacional y por supuesto para
maquillar a Morena de ser un partido recto y vertical en todos los sentidos, es
algo que simple y sencillamente ya a estas alturas nadie cree.
Utilizar en su pírrica defensa
del jefe del ejecutivo federal en la entidad a ociosos defensores de Castro
Cosío, quien es un “come solo” de primera, demuestra ya desde ahora que los
“puchistas” preferirán estar en estos temas antes que salir a la calle a
brindar apoyo directo a la población víctima de la actual pandemia.
En el escenario del teatro
general de la mitomanía morenista tienen amplia cabida porque cumplen con ese
perfil, López Obrador y por supuesto el desarticulado y cada vez más
desfigurado, Castro Cosío.
¿No le parece así amable
lector?