Pésimo balance del gobierno de AMLO ante crisis sanitaria, economía, medios de comunicación y hasta por denuncias posible corrupción en el IMSS Desesperado López Obrador, a pesar del riesgo sanitario, insiste en reactivar actividades el 17 de mayo Esperemos que la sandeces y torpezas ya cotidianas del Presidente repercutan lo menos posible en nuestra entidad
La desesperación del Presidente Andrés Manuel López Obrador por ponerle punto final a la pandemia es cada día más evidente mientras que el número de contagiados y muertos por Covid-19 aumenta irremediablemente, así como la cifra de desempleados que se suman a las consecuencias de las pésimas decisiones presidenciales.
La más reciente pifia del mandatario es volver a negar la posibilidad de establecer un acuerdo de trabajo conjunto con empresarios para frenar la caída económica de país.
López Obrador en sus acciones cada día más calificadas por especialistas como equivocadas, tendrá que soportar además de la adversidad con las redes sociales, los empresarios y trabajadores del país, a una denuncia por probable corrupción del hijo de Manuel Bartlett, por la adquisición de ventiladores para afectados por Covid-19 a un evidente sobre precio (tres vece más alto que los ventiladores comprados en Suiza con ayuda del Presidente de Estados Unidos Donald Trump).
Para el mandatario nacional los comunicadores que se atreven a decir lo que no quiere escuchar, es decir que la economía está por los suelos, que la crisis sanitaria tiene un manejo sumamente dudoso por parte del subsecretario federal de salud, Hugo López-Gatell y por supuesto la inseguridad y altísima criminalidad que se registra en muchos estados del país. Son sus imaginarios adversarios.
Por ello a López Obrador ante la presión estadounidense, le urge reactivar algunos sectores productivos a partir del próximo domingo 17 de mayo.
Por supuesto no parece importar el riesgo enorme que existe de que la pandemia afecte más ciudadanos.
Por supuesto al señor Presidente le importa poco cómo termine y cuándo la pandemia ya que para este día se supone que se estarían registrando los picos más altos en el contagio y la muerte de mexicanos por coronavirus.
Como quiera que sea, esta crisis ha puesto en claro que el gobierno federal está cada día más en el terreno de la decepción sobre todo entre muchos de los ciudadanos que en su momento otorgaron el apoyo electoral a la propuesta de Morena.
Para los representantes del gobierno federal aquí en Baja California Sur, resultará muy complicado quitarse de encima la mala imagen que ya a estas alturas tiene el gobierno de López Obrador que por encima de prácticamente cualquier argumento, prevalece el hecho de que ya es calificado de falso y mentiroso.
López Obrador y sus principales representantes en la entidad han mentido sobre los principales niveles de afectación al país por el Covid-19, la adversidad económica en general el desempleo, la seguridad y el ausente combate al narcotráfico e inseguridad, así como la supuesta limpieza administrativa que ya ha sido señalada en varias ocasiones en torno a la familia que encabeza el director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, así como el encono con periodistas y empresas de comunicación y no se diga con el sector empresarial que es justamente el que genera el empleo.
Nada agradable resulta para los mexicanos en general y no solo para los que aún creen en el decepcionante mandatario nacional, saber que nuestro país se dirige hacia un despeñadero económico que a querer o no tendrá consecuencias para los morenistas en las elecciones del próximo año 2021.
Esperemos que la sandeces y torpezas ya cotidianas del Presidente López Obrador repercutan lo menos posible en nuestra entidad ya que hasta ahora el jefe del ejecutivo federal ha puesto oídos sordos a las peticiones de ayuda de diversos estados, incluyendo el nuestro.
Veremos si en efecto el domingo 17 de mayo se reactiva parte del sector empresarial o industrial tal como lo desea urgentemente el mandatario nacional con las iracundas vísceras por delante y una ceguera política cada vez más evidente y por supuesto con el consecuente riesgo de que haya más víctimas del Covid-19 a lo largo y ancho de nuestro país.
Ya veremos.