• Con excepción del diputado Rigoberto Mares, decepciona actitud de legisladores federales ante la pandemia • Alfredo Porras, Ana Ruth García, Lucía Trasviña y Ricardo Velázquez, convertidos en focas aplaudidoras de AMLO • Ante la crisis prevalecen decisiones preventivas y activas de autoridades estatales y municipales en la entidad
A mediados de esta semana se
espera la parte culminante de la pandemia que afecta a nuestro país, según ha
reiterado la subsecretaría federal de salud y con ello la posibilidad de
registrar más afectados por el Covid-19, sin embargo, a pesar de ello, aún se
observan en el país la carencia de equipo médico, suficientes espacios en
hospitales y para colmo de males, en nuestra entidad, una representación
popular federal que ha dejado mucho que desear.
Efectivamente mientras que en
muchas partes de nuestra querida república mexicana mueren ciudadanos por falta
de atención médica y personal especializado por falta de equipo adecuado para
enfrentar la pandemia, aquí en nuestra entidad ha quedado en evidencia la falta
de trabajo de nuestros representantes populares a nivel federal.
Con excepción del diputado
federal Rigoberto Mares, el resto de los legisladores federales, han resultado
una verdadera decepción, han guardo un sospechoso silencio que desde que inició
la actual pandemia parece que no han tenido ningún discurso o acciones
concretas que ayuden a la población.
Lejos, muy lejos de las
necesidades de la gente se mueven el diputado Alfredo Porras y la diputada Ana
Ruth García, así como el Senador Ricardo Velázquez y la Senadora Lucía
Trasviña.
Ambos se han quedado mudos
luego de la efímera campaña que ya habían iniciado para tratar de impulsar y
proyectar sus cuestionadas figuras hacia el proceso electoral del 2021.
Pero ante la presencia de la
grave pandemia que ataca a nuestro país, los legisladores no han hecho
prácticamente nada por ayudar a la población.
Medio trató de tomar la
presencia en medios Alfredo Porras, solo para subirse al atril de las focas que
como tal aplauden las iniciativas del Presidente Andrés Manuel López Obrador,
que no sale de una cuando ya está metido en otra, lo que le ha propiciado una
evidente caída en la aceptación ciudadana según las más recientes encuestas.
La desorientada Senadora Lucía
Trasviña, por ejemplo, ya no ha dicho nada y por supuesto no ha ofrecido ningún
tipo de apoyo que pueda ser considerado como protección de los ciudadanos que
dice representar.
Lo mismo sucede con el
suplente de Víctor Castro en el Senador, Ricardo Velázquez Meza, quien también
ha guardado una apatía y un cómplice silencio tal que deja en claro que no ha
podido hacer eco de las medidas sanitarias y mucho menos económicas que
debieran de aplicar las autoridades de todos los niveles.
Se ha visto la movilización de
las autoridades estatales y municipales con diversas medidas preventivas y
activas para evitar la mayor cantidad de ciudadanos afectados por esta
pandemia.
El aumento a los salarios del
personal médico y sanitario ordenado por el gobernador Carlos Mendoza, es un
ejemplo de ello.
Pero en el caso de los
legisladores federales la deuda con la población aumenta.
Vale decir que en ese sentido
quien ha mantenido una actividad literalmente de todos los días es el diputado
Rigoberto Mares Aguilar que es el único de estos legisladores mencionados que
mantiene por lo menos actividad constante en las redes y desde donde ha
gestionado apoyos para las comunidades a través de exigirle al gobierno de
López Obrador que tome decisiones que verdaderamente apoyen a la ciudadanía en
general.
Por supuesto que todo este
trabajo se tiene que realizar a la distancia, pero es innegable que es el único
representante popular en el ámbito federal que por lo menos ha hecho algo
durante esta etapa de confinamiento domiciliario.
Nos encontramos en la tercera
fase de esta pandemia que amenaza con ser aún más grave que hasta ahora y que
con ello ha sacado mucho de lo bueno y de lo no tan positivo de nuestra
sociedad, pero también ha dejado en claro que algunos representantes como los
que mencionamos en esta ocasión no han sabido responder a la población.
Con la crisis sanitaria
aumentará también la adversidad económica y es ahí donde los legisladores
federales se han hecho ojo de hormiga y no aparecen ni en sus respectivas redes
para exigirle al gobierno federal el rescate necesario de las empresas sobre
todo de las de menor tamaño que son la mayoría.
Por supuesto que una vez que
termine la actual crisis seguramente volverán a su consabida auto promoción
política con el cinismo que les caracterizar a pedir el voto ciudadano y tratar
de convenceré que la 4T “es lo mejor” que le ha pasado a nuestro país.
Obviamente todos esperamos que
las consecuencias que deje la actual crisis sean las menores aunque está claro
ya desde ahora que habrá una reconfiguración y revaloración política en donde
con excepción del diputado Rigo Mares, los legisladores federales Alfredo
Porras, Ana Ruth García Grande así como Lucia Trasviña y Ricardo Velázquez, no
tendrán la suficiente calidad moral para regresar a las calles a impulsar el
supuesto proyecto de transformación que encabeza el cada vez más errado
Presidente Andrés Manuel López Obrador.