La Paz, Baja California Sur.- Luis Alfonso Huerta Avilés, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) en Baja California Sur (BCS) dijo que más de 5 mil trabajadores directos del gremio se encuentran sin actividad y se han pedido cientos de millones de pesos por la inactivación de este sector durante la emergencia sanitaria. 

Entrevistado al respecto por Diario El Independiente, el líder de la industria de la construcción en el estado indicó que a los empresarios que se dedican al giro de la construcción, la crisis en el estado por la pandemia de coronavirus solo vino a acentuar un arrastre en los que la inactivación de la industria de la construcción en BCS opera con números negativos desde hace dos años. 

“La industria de la construcción tiene un arrastre de dos años en los que se encuentra afectada considerablemente, con un decrecimiento de menos diez por ciento, por supuesto con el COVID-19 esto se ve afectado enormemente”, comentó. 

En esta difícil situación, las empresas se encuentran detenidas, algo que reconoció era importante llevar a cabo para evitar el contagio entre los trabajadores “lo que más nos interesa es apoyar a la ciudadanía ya la salud es primero, pero en el estado más de 5mil trabajadores directos en 350 empresas de la construcción que se encuentran afectados por la cancelación de las actividades en la industria de la construcción”. 

El titular de CMIC en la entidad confirmó a este matutino que hay cerca de 5 mil 800 empleos generados directamente por las empresas del gremio, el cual genera otros 10 mil empleos eventuales, todos actualmente sin la capacidad de generar ingresos para pagar nómina, maquinaria, materiales, inspección entre otras actividades relacionadas con la actividad laboral de la construcción en toda su amplitud. 

El líder empresarial calculó que 250 millones de pesos se han perdido cada mes por la inactividad económica, al final del mayo serán tres meses de obras paradas lo cual supone, llevará a la suspensión definitiva de una fracción de las 350 empresas agremiadas a la CMIC. 

“El espíritu del trabajador de la construcción es de paciencia, el sector es muy dinámico y hay temporadas difíciles, desde el constructor hasta el albañil y el peón están acostumbrados a estos cambios, pero ya definitivamente el proceso que lleva la construcción se va a notar cuando las empresas se den de baja en el SAT” agregó. 

Huerta Avilés dijo que será necesario ver la realidad del impacto con el apoyo del SAT y el INEGI pero de 12mil empresas afiliadas a nivel nacional, la CMIC ya tiene el reporte de 3mil empresas que han manifestado que de no reactivarse la economía serían insostenibles sus actividades. 

“Estoy hablando de las empresas que más les afecta, las micro empresas, que ya no pueden pagar nómina” lamentó. 

Indicó que ante la crisis que vive la construcción en el estado, los agremiados a la CMIC han realizado acciones solidarias con sus trabajadores pero la situación llegará a un punto crítico a final de este mes.