• La subsecretaria de Desarrollo Cultural, Marina Núñez, señaló que es un error pensar que el decreto de extinción estaba dirigido al Fonca o las instituciones culturales
Ciudad de
México. La reconversión presupuestal que llevará a cabo la
Secretaría de Cultura (SC) federal para poder apoyar al sector, que afronta una
crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19, no afectará los recursos
destinados a los programas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
El presupuesto con el que
cuenta esa instancia, que ahora se encuentra en transición estructural, es
de alrededor de 670 millones de pesos, los cuales están blindados, aseguró
en entrevista con La Jornada la subsecretaria de Desarrollo Cultural,
Marina Núñez Bespalova.
Las reconversiones
presupuestales, explicó la funcionaria, “lo primero que respetan son los
compromisos previos, de lo contrario, nos meteríamos en líos legales. El Fonca
se maneja con base en concursos que tienen beneficiarios que firman contratos,
eso es un compromiso que el Estado adquiere con ellos.
“La reconversión que se hará
en la SC tiene que ver con el presupuesto que las áreas tuvieran disponible de
actividades que ya no se van a poder hacer en los siguientes meses; esos
recursos son los que la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, nos está
pidiendo que reasignemos pensando en tres grandes líneas.
Lo primero es el apoyo a
nuestra comunidad creadora y artística, más allá del Fonca. Lo segundo es ver
la posibilidad de conformar un banco de funciones o programación para que se
paguen de manera previa las funciones que se darán más adelante (probablemente
durante el Festival Internacional Cervantino, cuya realización en octubre sigue
programada). El pago se hará a la propuesta de los proyectos y, finalmente,
reforzar la plataforma Contigo en la Distancia como espacio de oferta cultural
en estos tiempos, y es una fuente de empleo para quien pueda presentarnos
proyectos acordes a la plataforma.
La subsecretaria de Desarrollo
Cultural de la SC detalló que se analiza cuál será la figura administrativa más
pertinente para el Fonca, una vez que se decidió extinguir el fideicomiso que
lo sustentaba.
No tirar lo
mejorado
Estamos trabajando tres
escenarios, los cuales implican autonomía e independencia: una dirección
general, un órgano desconcentrado o un organismo público descentralizado.
Cualquiera de las opciones que se elija no alterará los mecanismos de selección
de beneficiarios, lo cual se decide en el interior, no lo hará ninguna otra institución.
La instrucción que tenemos es que todo aquello que está funcionando y que ha
sido mejorado a lo largo de los años no lo tiremos por la borda y lo sigamos
aprovechando.
Núñez insistió en que la base
del presupuesto con el que seguirá contando el fondo son esos 670 millones de
pesos asignados desde el año pasado, los cuales incluyen un incremento respecto
de años anteriores porque se sumaron dos programas y añadimos una
categoría en Jóvenes Creadores. Ese incremento se conservó este año y no puede
caer, porque entonces el Estado incumpliría con los compromisos que tiene.
Recuperar la confianza
En cuanto a la polémica que
generó entre la comunidad cultural y artística la manera en que se anunció
tanto la extinción de fideicomisos a cargo de la SC como la transformación
administrativa del Fonca, la subsecretaria consideró que “la mejor manera de
recuperar la confianza de la comunidad es siendo claros con lo que estamos
haciendo, informando paso por paso qué va a pasar con el fondo y esta
transición.
“Quisiera que no se
interpretara lo que sucedió el año pasado (cuando hubo un desencuentro de la
comunidad con el ex director del Fonca Mario Bellatín) con lo que está
ocurriendo ahora, pues algunas personas están juntando ambas historias como si
fuera algo planeado para desaparecer el fondo; es un error pensarlo.
“La prueba de que no estamos
trabajando para desaparecerlo es que el año pasado hicimos muchísimos cambios
que pudimos no haber hecho, sobre todo en favor de la transparencia a escala
interna. Lo que ocurrió el año pasado fue una historia que tiene que ver con
reclamos de ciertos grupos de la comunidad que exigieron, durante las mesas de
diálogo de la transición, mayor inclusión de beneficiarios, mejores y más
democráticos métodos de selección.
Se intentó plantear un nuevo
esquema para el propio Fonca, se hizo mal, se malinterpretó, pero retomamos el
hilo y la conversación con la comunidad, atendimos todas las observaciones.
Ahora, continuó, “vino un
periodo de austeridad, de reordenamiento de varias estructuras del propio
gobierno federal, y los principales organismos que siempre están en el ojo del
huracán son los fideicomisos.
“No debemos interpretar que el
decreto presidencial de extinción de esos instrumentos estaba dirigido al Fonca
o a las instituciones culturales, sería un grandísimo error, pues en todo el
universo de fideicomisos sin estructura, los culturales ni siquiera representan
uno por ciento, ni en recursos.
“Además, el Fonca tenía un
mandato que funcionaba como un cascarón, sin nada por dentro, no tenía un
patrimonio con el cual se pudieran hacer flexibles los pagos. Cada año se tenía
que solicitar un presupuesto como si el fideicomiso no existiera. Al año se
acababa el monto asignado y en diciembre otra vez, córrele para que te den el
siguiente, para poder pagar los apoyos de principios de año.
“El Fonca se sostuvo por
personas comprometidas que saben de la importancia de cumplir con un programa,
pero no porque tuviera una estructura que permitiera dar certeza presupuestal.
Entonces, desde el año pasado dije: ‘vamos a devolver la dirección general al
Fonca’, porque necesita ese recubrimiento para volver a aparecer en los
presupuestos de la Federación”, concluyó la subsecretaria.