• La productora Luly Garza lanza Camgirl, un monólogo en un nuevo formato que podrá ver la gente desde sus dispositivos móviles, nacido tras el confinamiento y el cierre de teatros
CIUDAD DE MÉXICO.
Un nuevo formato está reinventando la manera de contar historias de
teatro, pero a través de una pantalla: el Ficstream. Tras el cierre de los
teatros ante la pandemia de covid-19, sus hacedores buscaron otros lenguajes
para mantener el contacto con su público y monetizar su trabajo, aun a pesar
del confinamiento.
El teatro se trasladó a la tecnología, las redes sociales e internet,
primero de manera gratuita, con obras previamente grabadas de temporadas
anteriores. Sin embargo, su característica única de ser un espectáculo en vivo
fue transmutada.
La cuarentena se alargó y las historias se encaminaron a ser relatadas
en la pantalla, en tiempo real para los espectadores, con la posibilidad de su
monetización en apoyo a sus creadores. Es así que un nuevo concepto nació para
beneplácito del público y los hacedores de teatro: el Ficstream.
Luly Garza, actriz
y productora teatral, explicó las bases fundamentales de este lenguaje al que
bautizó como Ficstream, con el que “abrirá el telón digital” vía Zoom, el 28 de
mayo, de su primera producción, Camgirl.
“Desde hace
algunos años traía esta inquietud que parte de cómo ha evolucionado la
comunicación entre los seres humanos. En algún momento era hablarnos cara a
cara, después fue por medio de la escritura, luego el teléfono, el mail, hasta que llegamos a las videoconferencias.
“Hace algunos años
yo tenía la inquietud de si era posible la comunicación por estos medios y
pensé que entonces tendría que haber algún tipo de arte dramático que fuera
comunicado de esta forma. Como la situación no me había obligado a escudriñar
en ello, lo había pospuesto, pero ahora la pandemia nos obligó”, expresó Garza vía
telefónica.
Previo a la
contingencia, Garza comenzó la reposición del monólogo El testamento de María el 14 de marzo. Un día después,
la suspendió ante el cierre de teatros. A la semana, realizó una transmisión en
streaming del texto, sin planeación, sólo con su teléfono. Con tal experiencia
se percató que era posible proyectar la emoción a través de un celular.
“Empecé a darle
vueltas hasta llegar a la necesidad de producir algo. A esto que vamos a lanzar
le llamamos Ficstream. Después de darle muchas vueltas llegamos a la
conclusión de que esto no es teatro, pues tendría que ser en vivo y con la
gente ahí. Tampoco es cine, porque no es filmado, no hay cortes, edición ni un
trabajo fotográfico preciso. Sabemos que es un acto de ficción, un trabajo
escénico, pero en condiciones distintas.
Lo que tratamos de
hacer fue establecer características para este tipo de arte dramático. Lo
primero y más importante es que hay un texto y un evento dramático; hay
intérpretes que pueden ser un actor o varios. Otra situación es que ocurre y es
transmitido en vivo, por medio de un celular, no por una cámara de computadora
fija ni cualquier otro instrumento, pues así se puede viajar hasta donde
nuestra creatividad nos lleve y existe una dinámica con los encuadres. La
estética es de selfie, pero es un trabajo creativo”,
explicó la productora.
Señaló que el director no sólo es de escena, sino también debe tener la
habilidad de dirigir lo que el celular y el público verán.
“Es como lo que en
cine es un plano secuencia, pero que está siendo interpretado en vivo. Por
supuesto, es imperfecto y siempre diferente, dependiendo de la situación de esa
función en particular. Eso es lo que estamos creando. Con la experimentación,
acotaremos la definición de las bases del Ficstream”, dijo.
La primera obra
que realiza en este formato, en asociación con MequetrefeCine y Bien Chicles,
es Camgirl, monólogo protagonizado por Alejandra Vera, quien
recrea a Mariana Ana, conocida como CozyCozyQueen, una joven que comercializa
su sexualidad por medio de una webcam. Sus fans le
solicitan una transmisión para hablar de su vida personal y ella accede.
“Camgirl aborda una problemática que en este momento de la
pandemia se redimensiona: las diferencias de clases sociales, la falta de
oportunidades, lo que le sucede a muchos jóvenes que tienen que abandonar la
universidad para trabajar; habla de feminismo y muchas posturas que están en
contra de lo que ella hace. Termina siendo una gran reflexión que le compete a
las nuevas generaciones, pero que es interesante para los mayores”, concluyó
Garza.