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Hoy es martes, 8 de octubre de 2024

Escapar con la imaginación; encierro es buen tiempo para lectura

• En este Día del Niño en confinamiento, Juan Domingo Argüelles e Israel Barrón invitan a visitar otros mundos

Escapar con la imaginación; encierro es buen tiempo para lectura

CIUDAD DE MÉXICO.

El confinamiento y el aislamiento por el COVID-19 es el tiempo perfecto para que niños y jóvenes lean cuentos y puedan escapar de la contingencia con su imaginación. Es el momento de que los lectores se acerquen a esos relatos fantásticos y a las fábulas ilustradas que les permitan visitar otros mundos, para que su mente se aleje de las malas noticias y, al mismo tiempo, cultiven su imaginación en los relatos de Robert Louis Stevenson, Michael Ende, Rudyard Kipling, Lewis Carroll, Anthony Brown y Francisco Hinojosa o con aquellos libros ilustrados que pueden transportarlos a otros mundos, dice el escritor Juan Domingo Argüelles y el ilustrador Israel Barrón, dos promotores activos del libro y la lectura.

 

El primero en hablar es Juan Domingo Argüelles, quien asegura que en este momento de cuarentena muchos niños podrían formarse como lectores; aunque, lo más importante sería no obligarlos a leer autores clásicos, como El Quijote o la Ilíada, ni imponerles horas extenuantes de lecturas durante el confinamiento.

 

“No forcemos a los niños a leer esos autores con los que nosotros crecimos, sino que busquemos darles satisfactores que les hablen de un mundo al que pertenecen. Además, los buenos libros no necesariamente tienen que ser los clásicos, sino que pueden ser otros amenos y ligeros que pueden abrir las puertas a la imaginación”.

 

Argüelles asegura que los mejores ámbitos para generar el gusto por la lectura es el hogar y también la escuela. “El primer ámbito es el familiar, pero es cierto que en un ámbito en el que un niño ve que sus padres y hermanos mayores leen, normalmente se acercará a los libros por gusto y, en gran medida, por imitación. Eso está visto y científicamente probado, porque seguimos siendo instintivos en la parte de la imitación”, agrega.

“Así que el confinamiento es la mejor oportunidad para compartir la lectura con los hijos. En este punto encontramos dos modalidades. En una están los niños que aún no leen y que no saben leer y lo que se puede hacer es que los padres les lean antes de dormir o en la mejor oportunidad, porque tampoco se trata de hacer trabajos forzados con los niños y ponerlos a leer todo el tiempo, todo el día, porque ellos tienen tarea de la escuela para recuperar el curso”, dice.

 

La otra modalidad es la de los niños y jóvenes que son lectores, añade, y en este caso lo importante es buscar lecturas que sean justamente menos relacionadas con esta tragedia global del COVID-19, “para que puedan disfrutar un libro, gozarlo y escapar un poco de esta circunstancia”.

Y cierra con una reflexión sobre por qué leer: “La lectura tiene una virtud que no tienen otros entretenimientos, gustos o aficiones: el estímulo de la imaginación. Y, a diferencia de las películas, en el libro siempre se tiene que imaginar pese a las descripciones del autor.

“Y aunque es cierto que un niño prefiere un dispositivo digital, como una computadora o un teléfono inteligente para jugar o ver videos, también es cierto que vivimos en una época en la que existen más alternativas que hace algunos años”, dice.