La Paz, Baja California Sur.- La desesperación inundó la mente de Manuel Francisco Cadena Sánchez, de 34 años, tras sufrir una rotura del tendón rotuliano en Cabo San Lucas (CSL) a mediados de marzo; sumado a esto, la insuficiencia renal amenaza su condición de salud hace 8 años y ahora, padece los estragos de la crisis sanitaria-económica por la pandemia del coronavirus.

En entrevista para Diario El Independiente, relató ser derechohabiente del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), donde antes de la contingencia, acudía a sus hemodiálisis, aunque relató no poder tener un trabajo estable por su condición.

Luego de radicar en Los Cabos, su lesión lo obligó a cambiar su residencia a La Paz junto a su madre, Guadalupe Sánchez, de 60 años, en un cuarto prestado, para seguir sus citas de hemodiálisis, 3 veces por semana, a pesar de las carencias de la institución.

“Tengo 8 años sin trabajo porque tengo insuficiencia renal. Con lo que me pasó de la pierna tengo que estar yendo y viniendo. Ya me quedé aquí en un cuarto que me prestó una tía”, dijo Cadena Sánchez en entrevista para este matutino.

“Lo de la pierna me obligó a no viajar a la Ciudad de México, tengo mi protocolo de trasplante de riñón allá, pero como me pasó esto ya no pude. Con la crisis de la enfermedad, se suspendieron todos los vuelos y ocupaba operarme porque rompí el tendón”, señaló.

El tendón rotuliano es una parte del aparato extensor -la rótula, cuádriceps y su tendón-, que conecta la rótula con la tibia, extender la rodilla es su principal función y sin tendón rotuliano, no lo podría hacer.

Señalaron especialistas que esta puede ocurrir por “contracción excéntrica del cuádriceps con la rodilla en flexión parcial o semiflexión y con la carga del peso del cuerpo en ese momento”, frecuente en pacientes jóvenes o deportistas entre 30 y 40 años.

Manuel Cadena narró cómo la pandemia le impidió operarse de inmediato, por la cancelación de los vuelos; dijo haber esperado hasta el 23 de marzo para su intervención quirúrgica en el Hospital General del ISSSTE en La Paz y posteriormente, no haber tenido rehabilitación.

“La única persona que me está ayudando es mi mamá, se vino de Los Cabos porque no puedo estar así, por lo de la rodilla para que me atendiera, ir a la terapia, pero ahora en el ISSSTE no están dando ninguna terapia ni consulta. No habrá hasta próximo aviso”, explicó.

Es por ello que con su familia ha analizado la opción de buscar un fisioterapeuta particular, sin embargo sus escasos recursos económicos le han impedido acceder a la salud, como relató para este matutino.

“Estoy esperando que el doctor me vea y dé la orden de que pueda darme las terapias, porque no puedo moverme. De hecho, no tengo un trabajo fijo, trabajo en casa instalando estéreos, vendo tostilocos para sacar algo de perdida con chucherías”, dijo el paciente.

Ahora poco a poco se van agotando los recursos con los que contaban, tales como su tanque de gas y el dinero para subsistir durante la cuarentena, que por cierto, el subsecretario de Prevención y Protección a la Salud, Hugo López-Gatell, ha descartado que termine el próximo 1 de junio.

“Ahorita no estoy trabajando eso, porque le digo, no hemos tenido un sustento adecuado, así que ya se nos acabó el gas, no teníamos”, relató.

Pero además, dijo necesario que las autoridades revisen lo que sucede en el ISSSTE, ya que reportó que las anomalías se acentuaron durante la pandemia del COVID-19, en el área de hemodiálisis.

“Como me dan tratamiento, hay veces que no me dan. Por falta de máquinas, estas se mantienen por medio de agua y las bombas que se descomponen. Nos dejan sin un tratamiento, batallando por eso y el horario que nos lo mueven a veces no hay ni personal”, dijo.

“Ha sucedido eso desde antes, las bombas se descomponen a cada rato”, relató.

Para apoyar a Manuel Cadena de manera directa y sin intermediarios, proporcionó su número de tarjeta BanCoppel 4169160427719399, así como el número celular 6242416506; así, hizo un llamado a la solidaridad de quienes lean estas palabras, para poder recuperar su salud, afectada a pesar de no estar directamente contagiado del COVID-19.