• La propuesta se ha convertido en un caso de éxito a raíz del confinamiento impuesto por la pandemia del COVID-19
CIUDAD DE MÉXICO.
“La literatura y el cine son dos
expresiones artísticas muy parecidas, pues giran en torno a contar historias;
son formatos diferentes, pero vienen de la misma semilla”, comenta Ruth
Reséndiz (1966), fundadora y directora general de Ipstori, la aplicación
mexicana que ofrece relatos “breves, inéditos y originales”, tanto escritos
como en series audibles, que en siete meses ha extendido su plataforma a
Sudamérica.
Creada
el 1 de octubre de 2019, con oficinas en la colonia Polanco, la propuesta de
Reséndiz, cuyo desarrollo está a cargo de Pablo Barbachano, se ha convertido en
un caso de éxito a raíz del confinamiento impuesto por la pandemia del COVID-19.
“Estamos contentos de poder acompañar a la
gente a través de estas historias. Es importante el arte, la música, el teatro,
para conservar la salud mental”, afirma en entrevista con Excélsior la gestora
cultural, cuyo equipo trabaja en sus casas desde marzo pasado.
Detalla
que Ipstori comenzó con 300 historias y que en este momento poseen
ya 495
y 45 series de tres capítulos, que no están disponibles en
ninguna otra plataforma digital, por lo que han logrado llegar a 32 mil 519
lectores en México, Argentina, Colombia y Chile.
“Es un proceso largo programar una
aplicación, juntar un buen número de propuestas para salir al mercado. Partimos
de la premisa de que la literatura no debe ser una estatua de marfil alejada,
sino algo cercano a la gente, divertido, suelto, relajado. Acceder a la lectura
como un placer y un entretenimiento. Somos irreverentes, pero no irrespetuosos”,
agrega Reséndiz.
Explica que las “ipstorias” se clasifican en
nueve áreas: historia, diversidad, misterio, amor, ciencia ficción, fantasía,
crónica, literatura erótica y humor; y que las últimas dos han sido las más
solicitadas.
Para dar voz a estos textos, prosigue, se ha
reunido a un grupo de 30 narradores profesionales, actores de cine, teatro y
doblaje, quienes se suman a los 116 autores de Ipstori.
Entre los escritores destacan Rosa Beltrán,
Myriam Moscona, Ana García Bergua, Alejandro Sandoval, Ana Francis Mor, David
Jáuregui, Genaro Mejía y Miguel Cane, entre otros.
“Recibimos textos nuevos todos los días. Se
dictaminan en un consejo editorial y, si son aceptados, entran a producción, se
define a qué categoría pertenecen, luego pasan a diseño editorial y se decide
la portada y los audibles”, indica.
Quien se ha dedicado a la música, la
literatura y la filosofía asegura que el parteaguas de esta propuesta es la
brevedad y la inclusión de temas como la diversidad. “En este sentido, hay
historias muy fuertes, pero se muestra el mundo que estamos viviendo y es
importante que se ventilen”.
Reséndiz adelanta que en junio lanzarán una
nueva versión de Ipstori, más robusta y enriquecida; y que complementarán el
contenido con poesía y una oferta de series, “unos 13 capítulos no mayores de
tres minutos”, basadas en la obra de seis autores clásicos como Oscar Wilde,
Fiódor Dostoyevski, Edgar Allan Poe e Ignacio Manuel Altamirano.
“La colección se llamará Ipstorias Clásicas,
las que serán una verdadera adaptación para acercar al público no lector a la
obra de los grandes escritores, que al verlas se les antoje leer el libro. Y
luego lo haremos con clásicos mexicanos”, añade.
La
promotora con 30 años de experiencia destaca que, además de promover y fomentar activamente
la lectura entre una reciente generación de lectores y de
fortalecer los hábitos de lectores consolidados, “Ipstori es una plataforma de
proyección para nuevos autores, que les permite contar con ingresos
transparentes y constantes, tanto para ellos en su papel de escritores, como
para los artistas involucrados, por encima del porcentaje convencional que
ofrece la industria editorial.
“Gracias a nuestro innovador modelo
editorial, hemos podido reunir a un gran número de nuevos autores, adaptar
textos clásicos e incorporar a narradores latinoamericanos consagrados que han
decidido crear contenido exclusivo para nosotros”, señala.
Dice que está convencida que la lectura
continúa siendo la única forma confiable de aprender y mejorar las capacidades
cognitivas del hombre. “Contar con una población más preparada, sensible y
empática incidirá en la forma en que respondemos a los problemas sociales y
cómo nos involucramos como comunidad. Dotar de mayores ingresos a los creadores
artísticos es una manera de valorar mejor su trabajo y la importancia que éste
tiene para la sociedad y la cultura”.
Con
un costo normal de suscripción que va desde 49 pesos al mes,
299 al semestre o 540 pesos al año, Ipstori tendrá acceso gratuito durante mayo.
Finalmente, Ruth Reséndiz admite que el
encierro por la pandemia los obligó a cambiar de manera brusca su forma de
trabajo y a buscar una nueva. “Tuvimos que acoplarnos, pero ya agarramos buen
ritmo. Incluso dudamos regresar a la oficina, porque nos hemos vuelto muy
eficientes. Tal vez rentaremos un espacio más pequeño y una cabina ambulante
para grabar. Por lo pronto, estamos muy entusiasmados de la respuesta de la
gente”.