La Paz, Baja California Sur.- Aunque las condiciones no son las adecuadas para llevar a cabo un plan de entrenamiento, derivado de las restricciones por la emergencia sanitaria del COVID19, el nadador Luis Armando Andrade Guillén, aspira a conquistar una medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.

El atleta señaló que la situación actual lo mantienen recluido en casa donde realiza ejercicios aérobicos para mantener un buen estado físico, esperando que pase la contingencia para regresar a la alberca y establecer junto a su entrenador Linton Navarro, un plan emergente de entrenamiento para recuperar el nivel deportivo que le permita obtener un podio en la justa olímpica el próximo año.

“Me urge regresar a la alberca a nadar, porque no es lo mismo, estoy tratando de mantener lo físico con ejercicios aeróbicos, corriendo alrededor de la cuadra, haciendo un poco de bicicleta, no todos vamos a llegar al nivel máximo, pero voy a enforcarme en los 50 libres y 100 mariposa que son las pruebas fuertes que tengo y en las que veo posibilidades de obtener un buen resultado”, señaló.

El nadador sudcaliforniano expresó que la pandemia del coronavirus trastocó el plan de preparación que venían desarrollando enfocado a participar este año en Tokio, mejorando sus marcas en cada una de las pruebas, sin embargo, el sueño sigue siendo el mismo que es lograr una medalla en su tercera aparición en la justa olímpica, después de haber acudido a Londres 2102 y Río 2016.

Andrade Guillén consiguió la clasificación a los Juegos Paralímpicos en el nacional que se realizó en Cancún, Quintana Roo en las pruebas de 50 y 100 metros libres, 100 mariposa y 200 combinados, teniendo en agenda algunas competencias de fogueo las que fueron canceladas por el Comité Paralímpico Mexicano, esperando que se tengan al menos dos salidas para hacer una medición con los demás atletas que participarán en el evento mundial de Japón.