• Portadores del virus sin síntomas también son fuente de contagio
Ciudad de México. Las
estrategias de detección y control de Covid-19 enfocadas únicamente en personas
enfermas son insuficientes para prevenir y tratar de frenar la transmisión de
la infección, ya que portadores del virus sin síntomas también son fuente de
contagio, reveló un estudio de investigadores de los Centros para la Prevención
y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
El estudio se realizó en un
centro de asistencia en Washington, donde viven 76 personas a las que se les
realizó la prueba de diagnóstico. Encontraron que la carga viral fue similar en
cuatro grupos estudiados: con síntomas típicos, atípicos, los que presentaron
afecciones en días posteriores a la prueba y los que permanecieron sin datos de
enfermedad.
Los resultados del trabajo se
publicaron en la revista científica The New England Journal of Medicine,
la cual advirtió que la transmisión por parte de personas sin síntomas es el
nuevo talón de Aquiles de los países que se han concentrado en
identificar la infección sólo en personas con síntomas (tos, fiebre, estornudos
y dificultad respiratoria).
La evidencia encontrada por los
investigadores en Estados Unidos dieron al gobierno de Ciudad de México el
sustento para disponer el uso obligatorio de cubrebocas en el Sistema de
Transporte Colectivo Metro, comentaron especialistas.
Explicaron que en otros trabajos
se encontró que hay una elevada concentración del virus en nariz y boca (7
millones de partículas virales por cada mililitro de expectoración), lo que
contrasta con la influenza (25 a 75 mil partículas por mililitro).
En un principio se pensó que como
ocurre con otras infecciones respiratorias, el contagio se da cuando los
afectados tosen y estornudan, pues en ambas acciones expulsan gotas de saliva
contaminada.
Ahora, de acuerdo con la nueva
evidencia, los portadores del virus, aunque se mantengan sanos –sin síntomas–
pueden transmitirlo a otras personas que se encuentren muy cerca, con quienes
platican.
Los entrevistados explicaron que
aunque persiste el debate sobre la eficacia de los cubrebocas para proteger a
personas sanas, con base en el trabajo realizado en Washington, se genera una
duda razonable del riesgo en que se encuentran los ciudadanos que siguen
saliendo a la calle.
Los
investigadores de los CDC, la Universidad de Washington y otras instituciones
sanitarias concluyeron que una vez que el virus se ha introducido en alguna
zona, y debido a que se dispersa muy rápido, sobre todo si es un espacio
cerrado como los centros de cuidado, o las cárceles, se requieren estrategias
adicionales para prevenir el resurgimiento de la transmisión, lo que puede
incluir el uso de equipo de protección personal, así como la realización de
pruebas diagnósticas a fin de identificar personas infectadas y separarlas del
resto de la comunidad