• Gonzalo Celorio informó que, tras siete años, terminó el litigio con editorial Jus y ésta ya entregó el inmueble ubicado en Donceles 66
CIUDAD DE MÉXICO.
La Academia Mexicana de la Lengua
(AML) recuperó su sede histórica, la casona colonial
ubicada en Donceles 66, en el Centro Histórico, tras un largo litigio de siete
años en contra de editorial Jus, a la que habían arrendado el edificio
construido en 1828, comenta el escritor Gonzalo Celorio.
El
director del organismo, cargo para el que fue elegido el 14 de febrero de 2019,
afirma en entrevista que ambas partes cedieron para llegar a un acuerdo
que favoreciera sus planes futuros.
“Pensamos que más vale un mal acuerdo que un
buen pleito. El conflicto tenía una década. Aceptamos que ya no pagaran las
rentas atrasadas, tomando en cuenta que ellos invirtieron algunos recursos en
la consolidación del inmueble. Ya lo entregaron. Ya tenemos nosotros las
llaves”, explica.
El promotor cultural confiesa que, “la
verdad, quedamos ya tranquilos, porque recuperamos nuestra casa, que tiene una
historia muy importante de 70 años. La estamos remodelando, limpiando, y será
nuestra sede oficial, volveremos a ella”.
El
edificio de dos plantas, con una superficie de mil 498 metros cuadrados,
según el registro del Sistema de Información Cultural, fue adquirido por la
Academia el 7 de agosto de 1956 gracias a un patrimonio en fideicomiso
concedido por el gobierno mexicano el 22 de diciembre de 1952, fecha en que se
constituyó como asociación civil.
Posteriormente, gracias a la creación de la
Fundación Pro Academia Mexicana de la Lengua, el organismo fundado en 1875
cambió su domicilio a Liverpool 76, en la colonia Juárez, el 19 de noviembre de
2002; y decidió rentar Donceles 66 para contar con un ingreso extra. Pero fue
sede de la Academia Mexicana de la Lengua de 1957 a 2002.
Jus
rentó el edificio en 2004, pero el conflicto comenzó en 2009, cuando dejó de
pagar la renta. Por lo que la Academia promovió el 22 de agosto de 2013 una
Controversia de Arrendamiento Inmobiliario en contra de Editorial Jus, S.A. de
C.V. y Fincen, S.A. de C.V., en el Juzgado 40 Civil del Distrito Federal, donde
se abrió el Expediente 732/2013. (Excélsior, 17/05/2018).
Por
su parte, Eric López Isarraraz, abogado de Jus, dijo en entrevista que “en
ningún momento Jus ha dejado de pagar la renta o incumplido con el contrato” y
acusó a la Academia de intentar amedrentar a los directivos del sello. (Excélsior,
4/06/2018).
“Afortunadamente, pudimos llegar a un
acuerdo. La casa que ahora ocupamos es rentada (Iztaccíhuatl 10, colonia
Florida). Hemos podido pagar la renta completa de todo 2020, de manera que
tenemos tiempo para rehabilitar la antigua sede y reocuparla a finales de este
año”, agrega Celorio.
“Será muy útil, pues tiene la posibilidad de
tener un auditorio para cien personas, una sala de lecturas, una sala de plenos
y las oficinas para el trabajo de las comisiones; además de albergar la
biblioteca de la Academia, que ahora está embodegada en la Conaliteg (Comisión
Nacional de Libros de Texto Gratuitos), donde nos facilitaron un almacén para
depositar nuestro acervo de 55 mil volúmenes”, detalla.
El editor adelanta que piensan fundar en
Donceles 66 una Escuela de Lexicografía. “Sería muy importante, pues no existe
ningún posgrado en Lexicografía en México. Queremos que la SEP sea la garante
para otorgar títulos”.
Aclara que todos los trabajos de la casona
colonial se realizarán bajo la supervisión del INAH. Y que, por lo pronto, está
detenida la construcción en el predio de Francisco Sosa 440, en Coyoacán,
también propiedad de la AML.
“No hay condiciones presupuestales para
edificar otra sede ahí y, además, posee vestigios arqueológicos. Así que tomará
más tiempo. Tengo otros planes para este lugar”, indica.
Celorio señala que desde hace un mes los
integrantes de la Academia trabajan desde sus casas, “de una manera distinta y
novedosa”; pero con mayor intensidad, pues tienen más tiempo.
“Me siento satisfecho del trabajo realizado
en 2019. Di mi informe el último día de febrero pasado, cuando se cumplió un
año de mi gestión”, cuenta.
Asegura que en este primer año se llevaron a
cabo proyectos importantes. “Se adelantó mucho el diccionario escolar y el
corpus del español desde 1492 hasta principios del siglo XX”.
Explica que, ahora con la pandemia, las
comisiones han seguido trabajando vía telemática. “La Comisión de Consultas ha
respondido las dudas de la gente y ha avanzado en la nomenclatura de la
COVID-19 y la de Lexicografía está por concluir la segunda versión totalmente
nueva del Diccionario de Mexicanismos, que estará lista en el segundo semestre
de este año”.
El excoordinador de Difusión Cultural de la
UNAM agrega que el gabinete editorial de la AML pudo publicar las memorias
atrasadas y que siguen con todo el trabajo de preprensa y académico de los
nuevos títulos.
Celorio indicó que la AML prepara homenajes
luctuosos a Carlos Montemayor y a Julio Torri.