• El delantero charrúa defendió siete camisetas en el balompié mexicano. “Me dejó mucho”, dice
CIUDAD DE MÉXICO.
Si hay un futbolista extranjero que conoce a la perfección
el futbol mexicano es Washington Sebastián Abreu; el delantero uruguayo se
cansó de hacer goles con las siete camisetas que defendió en nuestro país. El
Loco recordó con Excélsior su exitoso paso por nuestro
balompié y destacó que fue en Tecos, Cruz Azul y Dorados, donde pudo explotar
sus condiciones a plenitud, pues en dichas instituciones logró consagrarse
campeón de goleo individual en cuatro ocasiones.
De los equipos en los que estuve, donde mejor me sentí
fue en Tecos, Cruz Azul y Dorados, pude ser campeón de goleo en cuatro
ocasiones, también fui muy feliz en los dos regiomontanos, Tigres y Monterrey;
en América no jugué por decisión de (Leo) Beenhakker y no pude brillar como
hubiera querido en ese gran club, en San Luis fue complejo porque pensábamos en
el descenso”, señaló el charrúa.
De sus 26 años de carrera, Abreu pasó siete en México.
“Me dejó mucho... me tocó estar en distintos tipos de clubes, con
infraestructuras y exigencias diferentes. Me adapté muy bien a la ideología de
la liga, donde se prioriza atacar”, aseguró.
Una de las experiencias que marcó gratamente al uruguayo
fue coincidir con uno de los mejores volantes que ha dado el futbol, como Josep
Guardiola, que llegó a los Dorados en 2005, de la mano del técnico español Juan
Manuel Lillo. “Fue excepcional, aprender de su capacidad para entender el
juego. Sin duda conocer en el día a día a Pep fue una de los regalos más
bonitos que me dio el futbol”.
Dicen que el talento no se hurta, se hereda, y una
muestra de ello queda patente en Diego Abreu, hijo de Sebastián y quien
transita su propio camino en el futbol con la Selección Mexicana sub 18 y está
en la órbita de Chivas y Necaxa para dar el salto a la primera división. El
Loco, dos veces mundialista con Uruguay, es un espejo para Diego, pues presenta
características de juego similares a las de su padre.
Va muy bien, disfrutando de esta etapa; está forjando su
camino. Ha sido llamado dos veces a la Selección Mexicana y no se le ha
generado disyuntiva con Uruguay, porque no lo han considerado, su mente está
con México. Tiene algunos de mis movimientos en el desmarque y el remate”,
finalizó.