• El secretario de Vinculación y Difusión Cultural de la Universidad de Guadalajara agregó que, desde principios de marzo, esta casa de estudios trabaja con el gobierno de Jalisco en un plan de acciones
CIUDAD DE MÉXICO.
Poco organizado y completamente desprotegido,
el sector cultural mexicano es uno de los más trastocados por la crisis
económica que ha generado la pandemia del COVID-19; por
esta razón, es importante no sólo hacerlo visible a través de la oferta
digital, sino resolver sus ingresos y generar un cambio de paradigma, afirma
Igor Lozada.
“Las expresiones culturales se ven
trastocadas, de entrada, porque su campo de ejercicio es lo presencial. Y si en
este momento una de las indicaciones es el aislamiento, entonces le pega de
manera directa. No hay manera de que lo digital sustituya a lo presencial”,
comenta en entrevista vía telefónica.
El
secretario de Vinculación y Difusión Cultural de la Universidad de Guadalajara agrega
que, desde principios de marzo, esta casa de estudios trabaja con el gobierno
de Jalisco en un plan de acciones en tres líneas: lo inmediato, lo mediato y lo
de a largo plazo, que bien puede ser ejemplo a nivel nacional.
“Lo más importante fue pensar que nuestra
comunidad artística vive al día, pues pertenece a un sector económico en su
mayoría informal; y, además, no hay organizaciones que garanticen un frente
común ante una situación como ésta. El sector está completamente desprotegido,
porque vivíamos en una inercia de un modelo de consumo, de persistencia, que
está trastocado”, añade.
Para el promotor, después de esta crisis
sanitaria, “no nos podemos pensar creando artes como lo veníamos haciendo en
las últimas décadas. Ahora, lo global pasa a un segundo plano y lo local es
primordial. Se promueve que consumas lo de tu localidad. Pero, la pregunta más fuerte
es ¿qué tanto la localidad consume a sus artistas?”.
Explica que la primera propuesta intenta
resolver el día a día de los creadores que no pudieron dar funciones y
esperaban taquillas. “Estamos generando un sistema de contratación de servicios
que tienen que ver con un plan que vamos a desarrollar, para que por lo menos
el equivalente de esas taquillas que nuestros grupos iban a recibir puedan
tener un pago similar”, indica.
Dice
que, para mediano plazo, buscan involucrar a los artistas para que generen
contenidos que guíen a la gente hacia un cambio de hábitos y de relaciones. “Si
ya sabemos que lo digital está trastocado y no es una solución, porque
cambiaron los hábitos de la gente. ¿Cómo hacemos para que ésta se enfrente a un
cambio de vida? Ahí está el expertise de las artes”, señala.
Y, en tercer lugar, harán un censo puntual
“para saber quiénes somos, cuántos somos y cuánto dinero necesitamos. Estamos
apenas diseñándolo. Queremos saber quién puede establecer vínculos entre las
artes y la salud, asesorías, terapias a través de la literatura, por ejemplo;
explorar esa veta y, así, poder hacer el cruce de economía colaborativa”.
Lozada
aclara que este programa busca la resiliencia en la sociedad y que todos los
sectores tomen consciencia de que “lo importante será el bienestar de las
personas y la sana convivencia”.
Dice que esto será posible gracias a la red
de información que posee la UdeG, que tiene años colaborando con diversas
instituciones y grupos artísticos de varios países. “Pronto anunciaremos
resultados concretos”.