Decepcionante mensaje a la nación del Presidente López Obrador Ya veremos si la crisis provocada por el Covid-19 que según AMLO le cayó como anillo al dedo, deja bien parado a nuestro país México no se merece contar con un presidente que va de pifia en pifia, de capricho en capricho por un camino equivocado
El mensaje enviado la tarde de este domingo por el presidente Andrés Manuel López Obrador en el que supuestamente anunciaría la estrategia para enfrentar la crisis económica que también genera la pandemia por Coronavirus, es a grandes rasgos, un discurso de más de lo mismo que ensancha el camino de la decepción y desencanto principalmente del sector empresarial, justo donde se genera la mayor parte del empleo que existe en nuestro país.
Los millones de mexicanos esperábamos un mensaje más directo y concreto para apuntalar la economía nacional, pero lejos de eso insistió en mantener las cuestionadas obras del nuevo aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y las nuevas refinerías, además de aumentar el apoyo económico a Pemex, empresa que las calificadoras internacionales le han aplicado calificaciones cada vez más adversas.
López Obrador supone, por lo que se ve, que solo con un discursospopulista y expresiones de ánimo se logrará la estabilidad nacional que conforme pasan los días de la actual crisis económica mundial, México se encuentra ante un panorama nada halagador.
Desgraciadamente y a pesar de los llamados de expertos en economía, incluso con las valoraciones de la propia Secretaria de Hacienda, el mandatario nacional está aferrado a suponer que con solo declararlo, nuestro país, no tendrá tan graves consecuencias como las que advierten los que conocen bien del tema.
Con un rostro desencajado, que no reflejó justamente el ánimo que trató de impulsar en la población, López Obrador insistió en hacer arenga a sus conocidas expresiones y a mandar otra vez señales de división de la sociedad.
El presidente se quedó corto, y lejos de genera confianza, amplió los niveles de decepción y desencanto de cada vez más ciudadanos que a estas alturas esperan a un mandatario que tome las decisiones adecuadas y no se aferre a más de lo mismo.
Hacer referencia al pasado político de nuestro país ya no es suficiente excusa.
Es necesario saber qué es lo que se hará en concreto desde el gobierno para enfrentar la adversidad económica y lo que ayer se anunció simplemente no fue bien visto por los expertos, ni bien aceptado por el sector empresarial.
Seguramente las repercusiones en la imagen y aceptación de López Obrador que ya de por sí está cada día más cuestionada, seguirá en picada ante un supuesto informe en el que no se mostró nada novedoso y menos para la economía nacional que nos pudiera generar confianza.
Los botones económicos fiscales y financieros que debió activar López Obrador en esta oportunidad que ya dejó pasar, simplemente no los quiso ver y aunque seguramente los especialistas en el ramo que definitivamente están en la Secretaría de Hacienda, simplemente no fueron tomados en cuenta.
Está claro que contamos ahora con un presidente de México empeñado en no cambiar su manera de hacer las cosas a pesar de la adversidad.
Los buenos líderes por supuesto se acoplan a las circunstancias, obviamente en México, en esta ocasión no contamos con un mandatario que tenga esa inteligencia política, necesaria para reconocer la realidad socioeconómica y actuar de manera adecuada al respecto.
Ya veremos si la crisis provocada por el Covid-19 que según AMLO le cayó como anillo al dedo, deja bien parado a nuestro país.
Estamos en medio de dos fuertes tormentas: La sanitaria que provoca el Coronavirus y la económica, ambas pueden llevar al traste a un país que no se merece contar con un presidente que va de pifia en pifia, de capricho en capricho.
López Obrador demostró ayer otra vez que va de tumbo en tumbo y está claro que no ve que lleva al país por el camino equivocado.
En verdad, esto es una verdadera pena.
¿No le parece así amable lector?