La Paz, Baja California Sur.- Por medio de una carta abierta una ciudadana pidió al gobernador del estado que revise la coordinación estatal de los servicios de salud de los sudcalifornianos. Dice que las pruebas se mandan a México y llegan con retrasos y que el personal que permite los servicios de salud en la entidad carece de material suficiente. 

“Soy esposa de un médico, madre de otra. Tía y amiga de muchísimo de ese personal médico y paramédico que ahora lucha por la salud de todos, la suya, la mía la de todos” comienza la carta, publicada el pasado sábado en este diario. 

Tras celebrar las medidas que el gobernador implementó para disminuir la velocidad del contagio Deyanira Ramírez, quien se identificó como familiar de personal del sector salud en la entidad dijo que hay problemas de coordinación del sector salud y pidió ayuda para proteger al personal. 

“He sido testigo de la entereza y exactitud con las que ha enfrentado las fortísimas e ineludibles decisiones necesarias para ayudar a la población a su cargo a la llegada a nuestro estado de la epidemia de COVID 19”, inició la ciudadana ponderado y aplaudiendo “todas y cada una de ellas. Sé que fueron difíciles de tomar, pero me han parecido precisas” calificó. 

Hasta el momento el estado ha aplicado alrededor de 282 pruebas, de manera oficial sin embargo, no obstante, la carta publicada por El Independiente relata que “la única institución que cuenta con pruebas es las que está directamente controladas por la Secretaría de Salud. El laboratorio Estatal de Salud cobra a un precio exorbitante por cada prueba solicitan el Instituto Nacional del Seguro Social (IMSS). El instituto prefiere enviar a la Ciudad de México sus pruebas. No se tienen resultados hasta después de cuatro días. La más de las veces, cuando el paciente ha pasado una fase crítica”. 

La secretaría de salud declaró a los medios de comunicación en su última conferencia de prensa que hay el doble de los insumos necesarios necesario para la pandemia. 

No obstante, la carta de la ciudadana a el gobernador Carlos Mendoza expone que en el IMSS y en el ISSSTE la historia es diferente: “la gran mayoría de médicos y enfermeras en el estado tiene que o conseguir su propio material de protección, los que no han podido hacerlo los intentan obligar a tratar a los pacientes sospechosos sin protección alguna. El personal de limpieza ni sueña con que se le entregue una mascarilla”. 

“No es tiempo de separaciones institucionales. El reto que nuestros esposos, nuestros hijos, nuestros amigos que forman el personal de salud. Es un desafío mortal para ellos, para la sociedad toda. Si ellos se contagian por estar expuestos, ¿quién cuidará de los enfermos?”, pidió. 

“Voltee a ver esta situación, las vidas de cada uno de los trabajadores del sector salud es, hoy en día de un valor inestimable” reitera.