• La seguridad en los museos y centros dedicados a la cultura es un tema delicado
Ciudad de México. La
pandemia del Covid-19 ha provocado el cierre temporal de museos y centros
culturales alrededor del mundo, en un intento por contribuir en el control de
los contagios. Aunque los recintos permanecen vedados al público, de ninguna
manera están abandonados. La seguridad en los museos y centros dedicados a la
cultura es un tema delicado. Hay reservas para hablar con detalle.
Alfonso Miranda, director del
Museo Soumaya, que cuenta con tres sedes, dice: “Tenemos un protocolo de
seguridad robusto que está en marcha. Hay patrullaje de la Policía Bancaria
Industrial y seguimos con la cobertura de cámaras de seguridad, presencial y
remota.
El departamento de seguridad
trabaja en un número, que si bien es más bajo, no pone en riesgo su salud ni la
operación. Tenemos un monitoreo de condiciones de conservación, tanto físico
como remoto.
Miranda reconoce que éste es
un tema delicado. Recuerda que ha habido varios robos de museos y galerías en
Europa. Hace unos días se dio a conocer el hurto de un cuadro de Vincent van
Gogh de un museo holandés cerrado por el coronavirus. Desvelar el protocolo,
profundizar en las medidas, puede vulnerar tanto la operación, como a los
integrantes, acota el director. A pregunta expresa, dice que el Museo Soumaya
nunca ha sido blanco de robos. Éste cerró sus puertas temporalmente el pasado
17 de marzo.
Vigilancia
permanente
Rafael Pérez y Pérez, director
del Museo Fernando García Ponce Macay, en Mérida, Yucatán, apunta que aunque
éste está cerrado al público desde el 16 de marzo, a petición del gobierno
estatal, sigue funcionando, no a ciento por ciento, aunque sí parcialmente las
áreas administrativa, de seguridad y de conservación. Aparte del acervo
permanente, quedaron colgadas las exposiciones
temporales Irrealidades, de pintura, dibujo y gráfica del colombiano
Darío Ortiz; Conformaciones, colectiva de cerámica contemporánea
yucateca, y Onírica, de Jovián. Construcción
deconstrucción, del mismo autor, quedó abierta porque está en el Pasaje
Revolución.
En entrevista, Pérez y Pérez recuerda
que en Mérida el clima es tropical: En las salas dedicadas a García Ponce
la obra es de óleo y papel; entonces hay que estar verificar las condiciones de
temperatura y humedad. Más allá del problema de un posible robo, está el de la
conservación de la obra. Los guardias de seguridad reparten el trabajo por
turnos. No asiste todo el personal; sin embargo, hay que pagarle, de allí
que la parte administrativa acude por guardias.
Como responsables tenemos que
ir y ser solidarios con el personal. Además, se vigila la salud de todos
mediante un chat. Buscamos que los empleados vayan un día a la semana, asegura.
Enrique Villa, director del
Museo Federico Silva Escultura Contemporánea, en San Luis Potosí, comenta: “Si
bien éste está cerrado, los guardias de seguridad trabajan día y noche. Además,
funcionan sistemas electrónicos de seguridad. El director y otros servidores
públicos hacemos visitas periódicas al museo, aparte de estar conectados con
los vigilantes vía teléfono diariamente
Estos vigilantes, a su vez, tienen los números
telefónicos, tanto del director de administración como del director general,
para reportar de inmediato cualquier anomalía. Y, una vez a la semana,
especialistas hacen limpieza de las piezas expuestas en el recinto.
Atención al resguardo
Sergio Rosete Xotlanihua,
subdirector de Artes y Patrimonio del Instituto Veracruzano de la Cultura
(Ivec), refiere: “El Instituto tiene ahora dos preocupaciones. Por un lado, no
contribuir a la propagación de la pandemia, lo que nos obliga a resguardar a
todo el personal del Ivec, incluido, por supuesto, los compañeros que colaboran
en los recintos, llámense centros culturales, galerías o museos de la
estructura del instituto. Y, por otro lado, nos preocupa la seguridad de los
bienes artísticos y culturales que se resguardan.
“Al respecto, en cumplimiento
con las indicaciones de Silvia Alejandre Prado, titular del Ivec, en la
subdirección de Artes y Patrimonio la semana del 30 de marzo establecimos y
fortalecimos el esquema de seguridad en estos recintos. En total tenemos 13,
cinco en Xalapa, cuatro en el puerto, uno en Orizaba, uno en Papantla, la Casa
Museo de Agustín Lara en Boca del Río, el Centro Cultural del Sotavento en
Tlacotalpan, así como dos teatros: uno en Xalapa y otro en el puerto.
“Los museos tienen un sistema
de seguridad permanente, integrado por elementos de la policía auxiliar, o sea,
seguridad privada. Por ejemplo, en la Pinacoteca Diego Rivera tenemos además
elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de Veracruz, así
como custodios de Arte y Patrimonio asignado a los recintos culturales. Así
funcionamos de manera cotidiana. Al retirar a los custodios de Arte y
Patrimonio, que son personal del Ivec, éste contrató un turno más de policía
privada. Fortalecimos con un elemento más la seguridad.
“Además de eso, para los
museos y galerías con acervos permanentes, y las galerías que tienen obras de
terceros en comodato con el Ivec, contratamos un servicio de monitoreo vía web
a través del circuito cerrado de televisión. De esta forma cada jefe de
seguridad del recinto cultural desde su hogar puede monitorear la instancia a
su cargo. También desde la coordinación de recintos un empleado monitorea por
medio de cámaras.
Por mi parte, monitoreo en
particular el Museo de Arte del Estado de Veracruz, en Orizaba. Cada mañana y
noche en el cambio de turno los jefes del recinto llaman al museo o galería
para confirmar que el relevo se haya dado sin contratiempos. También pedimos a
los jefes de recinto que ellos, o personal que ellos designen, vayan cada dos
días a hacer un recorrido para supervisar que todo se encontró en orden.