LA PAZ, Baja California Sur.- Alejandro subió a Facebook una publicación donde mostraba su temor, pero también su espíritu de servicio, como enfermero.  Fue justo el 1 de abril, un día antes de que se registrara el brote de COVID-19 en el Hospital del IMSS de Cabo San Lucas, la zona donde se desempeña, pero que apenas ayer autoridades salieran a confirmar que se contabilizan 42 contagios. 

“Familia amada. Les escribo estas palabras para que estén tranquilos. Yo elegí mi camino y mi profesión por vocación. Hoy me toca estar en peligro a mí y a mis compañeros, en riesgo, tentando al destino al exponernos a lo que hoy es considerada una pandemia”, escribió en su muro. 

El joven estaba temeroso. Así se leía en sus palabras, pero también lo empujaba el compromiso con la gente y los suyos, como hasta ahora, cuando publica también agradecimientos a las empresas y personas que se han sumado con donaciones de equipo de protección. 

“No quiero que ustedes sean un número más en las cifras, ni quiero que sean incluidos en las frívolas estadísticas que solo alimentan el pánico colectivo…si yo me llego a ir, créanme que será un honor de haber servido como un agente de combate que jamás bajó sus brazos ni se rindió”, sentenció entonces, y generó más de 300 reacciones y un centenar de comentarios. 

Le daban ánimos y le pedían se cuidara. Hoy prefiere no abundar sobre la situación que priva en Los Cabos, donde suman 58 casos confirmados, mientras que en La Paz suman 12. 

En los días recientes han abundado publicaciones de usuarios que narran testimonios de familiares, personal médico, quienes aún no se atreven a hablar sobre el rápido avance de la epidemia en aquel municipio y en BCS, donde autoridades federales y estatales alertaron que vienen los días críticos. 

Persiste también el enojo y las especulaciones. Y los testimonios de más personal que prefiere omitir su nombre por temor, pero que confirma que mientras el secretario de salud, Víctor George asegura que “se está protegiendo a la primera línea de batalla”, ellos se sienten desprotegidos y creen que los protocolos no son adecuados o han llegado tarde. 

“No me hicieron la prueba y tenía todos los síntomas, excepto la fiebre. Pero estuve tratando a un paciente que salió positivo. Me dieron incapacidad por infección en vías respiratorias, pero obvio sospecha de Covid. Ya pasó una semana y en mis placas ya mis pulmones están mejor. Ya pasé  el tiempo en que me podría agravar, pero la situación es delicada con mis compañeros”, dijo Mario, enfermero en el ISSSTE, en San José del Cabo. 

Así avanzan estos días en Los Cabos y La Paz, los dos municipios donde hasta ahora se han registrado casos positivos a COVID-19, y en buena parte hoy se sabe que es personal médico contagiado.