Gente sin cubrebocas, carros llenos, transporte público indolente, La Paz se resiste a quedarse en casa.
La Paz, Baja California Sur (28 de abril del 2020) — Mientras las autoridades han reiterado que habrá 0 tolerancia para quién incumpla las medidas para contener el contagio del virus que provoca COVID-19, mucha gente en la capital del estado sigue con sus vidas cotidianas sin prestar mucha atención a las medidas.
Por la mañana, durante un recorrido a lo largo de las calles de La Paz, pudimos observar comercios abiertos que no impedían la entrada de las personas, automóviles particulares con más de un tripulante y un uso muy relajado del polémico cubrebocas.
A las afueras de un supermercado, una persona hace tiempo dentro de su carro, a los 15 minutos toma su teléfono y llama a una persona.
Luego sale de su carro para encontrarse a adentro del comercio con su acompañante evadiendo la medida de atención unipersonal.
En la banqueta de un banco, una persona esperaba su turno sentada portando un llamativo cubrebocas color verde, miraba su teléfono celular con mucha atención la llamaron a su turno, se incorporó abruptamente y, cuando corría hacia la puerta del banco, alguien la llamó.
“Señora, sus llaves se le cayeron”, una joven, que igualmente llevaba cubrebocas, había recogido las llaves del piso. Se acercó a más de dos metros y entregó, en las manos de la despistada cliente del banco las llaves que casi había perdido: “ay gracias”, alcanzó a decir.
La joven se reincorporó a la fila mientras con sus ojos miraba hacia sus propias manos: “ya me contagié” dijo como pensando.
En la Central de Abastos de La Paz un reportero de Diario El Independiente contó a más de 50 personas sin cubrebocas en menos de una hora.
Durante ese tiempo, ninguna patrulla vigiló la zona donde, un día atrás, se informó que un joven había sido detenido y arrestado precisamente por no portar la prenda de protección personal.
A los comercios de la Central de Abastos, llegaban vehículos con más de una persona a hacer las compras.
Algunos de los negocios no ostentaban ningún dispositivo para la desinfección de las manos y los cargadores depositaban su mercancía en los anaqueles mientras los clientes pagaban sin aplicar ninguna medida de distanciamiento.
Con 15 lamentables fallecimientos y justamente de 300 casos acumulados, por tercera semana consecutiva Baja California Sur es una de las entidades con la tasa de incidencia de COVID-19 más alta del país.
Mientras el Gobernador del Estado dijo al declarar la “Fase III” de la epidemia en el estado que habría “tolerancia 0” a quien incumpla las medidas que decretó en un boletín oficial, los puntos de contacto humano siguen sin ser vigilados.