La Paz, Baja California Sur.- Vehículos van y vienen en la avenida Forjadores, una de las más transitadas, decenas de carros en el estacionamiento de Plaza La Paz, comercios abiertos, y un carrito de carnitas con sus tres trabajadores como en espera, ahí justo afuera de Office Depot. Ayer lució vacío, pero allí estaba.

Algunos comerciantes acercaron sus frutas y verduras en las esquinas de diversas calles, las fresas, naranjas, los jitomates, zanahorias. Los vendedores con el cubrebocas en la cabeza mientras le dan un trago a su botella de agua porque al mediodía ya se empieza a sentir el calor de la capital de Baja California Sur. 

Restaurantes abiertos, aunque con sus letreros de “solo para llevar” o de “ordene y recoja”. 

Una mujer con cubrebocas y guantes, delgada, de casi 70 años iba saliendo de uno de los bancos en la avenida Isabel la Católica, poco antes de llegar al Palacio de Gobierno. 

En los supermercados ya informaron que el uso de cubrebocas es obligatorio, al menos en Soriana sí, y controlan el ingreso, una persona por familia, no embarazadas y no niños. 

Las medidas de restricción de la movilidad poco a poco se han ido endureciendo, de parte de autoridades locales, pero al menos desde este fin de semana, pareciera que en La Paz fueron los propios ciudadanos quienes habrían “bajado la guardia”, haciendo fiestas incluso hasta altas horas de la madrugada. Autoridades municipales confirmaron que se reactivó el tráfico que había descendido drásticamente. 

Así, tras el anuncio del Gobierno federal de que México entró a la fase de 3 de la epidemia de COVID-19, el Comité de Seguridad en Salud sesionó y conjuntamente con el gobernador, Carlos Mendoza Davis, reiteraron el llamado impostergable a “quedarse en casa”. 

Paradójicamente, autoridades sanitarias pidieron a burócratas que se mantengan en sus hogares, cuando justo un día antes, el gobernador convocó a aquellos que gozaran de salud, a sumarse a la entrega de despensas casa por casa. 

La jornada de ayer de este anuncio nacional, estuvo marcada a nivel local por el aumento de 15 nuevos casos positivos a COVID-19, sumando así 234 en total, pero también, una defunción más, en el municipio de Los Cabos. 

Y en medio de la noticia que cimbró desde la mañana al menos en las redes, por la tarde las medidas del Ayuntamiento de La Paz también generaron también controversia. 

El Consejo Municipal de Protección Civil sesionó y determinó, ante la falta de atención al llamado de mantener la sana distancia entre la población, restringir la movilidad, especialmente por la noche, para evitar fiestas y circulación innecesaria. 

“¿Toque de queda? ¿Estado de excepción?”, la noticia circuló rápidamente entre ciudadanos, pero expertos llamaron a la precisión, a la legalidad y asumir las responsabilidades. 

Y es que solo el Ejecutivo federal podría establecer, avalada por el Congreso de la Unión y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, una restricción a la circulación libremente. 

La controversia que apenas inicia en el municipio de La Paz es la misma discusión que está presente desde hace semanas en el panorama nacional. A fin de salvaguardar la salud de la ciudadanía, ¿será conveniente la restricción de derechos humanos? 

Abogados, activistas y ciudadanos se manifestaron en redes; pero mientras se logran poner de acuerdo, una coincidencia subyace: la urgente necesidad de asumir el llamado a quedarse en casa con plena conciencia y responsabilidad, antes que admitir una probable acción inconstitucional. Ya avisaron que habrá retenes y el alcalde amagó con probables multas. 

“No tendríamos que llegar a ello”, es una de las opiniones recurrentes por estos días en las redes y en las conversaciones de familia, amigos y compañeros, quienes a juzgar por el tráfico reciente y las medidas “relajadas” de ciudadanos, ven cada vez más lejana la responsabilidad individual que ayude a evitar la rápida propagación del coronavirus.