Cabo San Lucas, Baja California Sur-. La crisis continúa golpeando fuertemente a los sectores más vulnerables, entre ellos la tercera edad, ya que son el grupo de riesgo más alto si contraen el COVID-19, pero también es el que menos atención reciben. 

Desde el mes de marzo el Club de Abuelos San Miguel de Cabo San Lucas (CSL) tuvo que cerrar sus puertas y dejar de recibir a por lo menos 150 abuelos que acuden por alimento, medicinas y compañía 3 veces por semana en aquel lugar. 

Si bien, la directora Sinaí Mota Trasviña, ha hecho lo imposible por seguir operando a puerta cerrada y entregar los apoyos alimentarios, declaró que la petición de ayuda los ha rebasado. 

“Se nos han acercado madres solteras, mamás con niños con discapacidad y vamos a compartir lo que nos donen”, sabemos que hay una pandemia, pero es tiempo de unirnos y ayudar a quienes más lo necesitan”, es por tal que participaron en una pizca de tomate con causa, es decir que miembros del Club de Abuelos acudieron a los sembradíos de tomates donde fueron invitados para realizar la pizca y todo lo recolectado será entregado a quienes lo soliciten. 

Afortunadamente la ayuda no se ha detenido para el Club de Abuelos San Miguel, incluso mucha de la ayuda ha sido donada de manera anónima, con el único fin de ayudar, es así que se ha logrado entregar despensas para los abuelos, pero también un centro comercial no ha dejado de donar y eso es entregado a madres solteras. 

Ya son 300 las familias que han recibido la ayuda, pero se calcula que conforme pasen los días se requerirá de más.

Como ha dado cuenta Diario El Independiente, son alrededor de 40 mil familias las que enfrentarán una dura crisis económica, y se requerirá toda la ayuda posible.

“Son tiempos de solidaridad, de unión, hay que enfrentar esto todos como hermanos, no son momentos de partidos, hay que estar unidos todos para este golpe que apenas empieza, viene lo más fuerte en palabras de doctores” dijo Mota Trasviña.

La directora del club exhortó a los abuelos a quedarse en casa, recordando que ellos, los directivos y voluntarios seguirán haciendo lo necesario para que no les falte el apoyo, pero es importante que mantengan el distanciamiento social, se resguarden en sus casas para evitar contagiarse, recordándoles que una vez que todo pase se retomarán las actividades y fiestas de cada semana en el club. 

La pizca de tomate se logró gracias al apoyo del señor Arturo Garibay, dueño de un sembradío en Cabo San Lucas (CSL).