• La escritora mexicana habla, desde Londres, de Monstruos marinos, ganadora del PEN/ Faulkner de Ficción
CIUDA DE MÉXICO.
Monstruos marinos de Chloe Aridjis (1971), novela ganadora del
Premio PEN/ Faulkner de Ficción 2020, anunciado hace un par de días, narra la
historia de Luisa, una adolescente que decide fugarse de su casa en busca de un
grupo de enanos ucranianos. Su destino será Zipolite, la playa oaxaqueña.
Acompañada de Tomás, un joven extranjero, Luisa descubrirá en este viaje su
identidad mediante una transformación interior.
En entrevista, vía
telefónica desde Inglaterra, la escritora mexicana escudriña el simbolismo de
su novela, la pérdida de la inocencia y la relación entre la poesía y la
narrativa en su obra. Asimismo, reconoce su emoción por el galardón, da cuenta
de su dinámica en el encierro y versa sobre la literatura escrita por mujeres.
“El tema principal
de la novela es el desencanto y la confrontación entre la realidad y la fantasía;
pero también es algo que poetas como Gérard de Nerval y Charles Baudelaire, y
otros del siglo XIX francés, decían: ellos viajaban, pero desde sus cuartos, a
través de la ensoñación, y muchas veces la realidad es mucho más cruel y menos
agradable que la fantasía. Entonces, eso es esta obra”, afirma.
El reto más grande
de Monstruos marinos (Lumen, 2020), reconoce, fue
encontrar la forma correcta, “porque el material está basado en un suceso de mi
adolescencia, alrededor del cual tejí toda una historia y después inventé
personajes y escenas; pero el episodio principal, el de la fuga a la playa, sí
ocurrió; entonces, siempre me preguntaba cómo crear el relato. Quería darle una
disonancia tipográfica de la ciudad y la playa, tener capítulos cortos y cantar
al ritmo de la marea”, explica.
Si algo
caracteriza a esta novela es su simbolismo, fiel reflejo de las obsesiones
académicas de Chloe. Doctora en poesía francesa del siglo XIX por la
Universidad de Oxford, la autora va dejando pistas de la poesía y del
simbolismo en la trama.
“En la
reescritura, me doy cuenta después que sí manejo símbolos. La trama de la
novela avanza gracias a ciertas imágenes y figuras poéticas, pero es algo que
sucede sin pensarlo. Lo que me interesa mucho de los símbolos es que no son
fijos, sino que cambian y me gusta retener esa ambigüedad.
“En Baudelaire, en
sus poemas en prosa, esa concepción de que del otro lado de la belleza se puede
encontrar algo siniestro o cruel siempre me ha interesado. Por eso, mi novela
se centra en la importancia del paisaje interior, en esa belleza oculta”,
asegura Aridjis.
VOZ BILINGÜE
Escrita
originalmente en inglés, Monstruos marinos fue
traducida al español por la mexicana Ix-Nic Iruegas Peón. “Corregí un poco la
traducción, pero no hice cambios mayores. Para mí es muy difícil leer y no
pensar que estoy leyendo una traducción; pero se debe a que conozco tan bien mi
propia voz que no sé si la encuentre en español.
“Al leer la
versión en español, pienso cómo cada frase suena en inglés y capta mi voz. Es
complicada la cuestión de la traducción. Mi primera novela la tradujo un editor
español, la segunda un editor colombiano, y ésta una mujer en México”, indica.
Chloe dice que “es significativo recibir este premio cuando todos
estamos contemplando nuestra existencia. En medio de este aislamiento tan
extremo, me ha hecho sentir un poco más conectada con otra realidad. Faulkner
mismo era un gran observador de la condición humana”, destaca.
Adelanta que trabaja en una nueva novela. “Me tardó un par de semanas
retomarla, con toda la distracción. Es muy complicado acostumbrarse o entender
una situación que sigue evolucionando y nadie sabe hasta dónde llegará ni
cuándo se acabará. Pero es importante que todos aprovechemos este momento y lo
usemos para la contemplación y pensemos qué es lo esencial de la vida”, expone.
Para Aridjis, una novela que le atrae es aquella capaz de entretejer
atmósferas y personajes fascinantes, combinación que encuentra en la obra de
algunas escritoras.
“Voz y atmósfera
es lo que más me interesa de una obra. Las mujeres, en especial, son quienes
desarrollan mejores voces únicas”, concluye.
Y cita a autoras como Fernanda Melchor, Olga Tokarczuk y Claire-Louise
Bennett.