• ‘No resulta exagerado pensar que ante la actual situación, la actividad teatral está en riesgo de desaparecer
Ciudad de México
De acuerdo con los cálculos de la Red de Espacios
Culturales Independientes Organizados (Recio), tan sólo en el periodo de
contingencia sanitaria en la Ciudad de México, provocada por el Covid-19, que
va del 20 de marzo al 20 de abril, aunque se podría extender, 15 foros que
integran esa red teatral tendrían ‘‘una pérdida económica de 9 millones 712 mil
330 pesos”.
En entrevista, el
productor Samuel Sosa, integrante de la asociación Foro Shakespeare &
Compañía y representante de Recio, sostiene: ‘‘No resulta exagerado pensar que
ante la actual situación, la actividad teatral está en riesgo de desaparecer.
El cierre de espacios al que ahora nos enfrentamos pone en riesgo la
sobrevivencia de las artes escénicas del país”.
En días pasados, añade, se
efectuó una reunión virtual entre integrantes de la Red Iberoamericana de Salas
de Teatro, que agrupa creadores escénicos de Chile, Argentina, España y México,
y la cuestión es que ‘‘nadie ve muy claro en sus países el futuro en el ámbito
teatral. De una manera realista algunos están considerando el regreso de las
actividades hasta septiembre y apenas estamos en marzo”.
La Secretaría de Salud del
gobierno federal ‘‘reconoció que en México la pandemia podría llegar hasta
septiembre u octubre” (La Jornada,25/3/20).
Añade: ‘‘va a tardar en
recuperarse la economía, la confianza en el contacto humano y en salas con la
asistencia de muchas personas”.
Para el administrador teatral
‘‘la infraestructura de los espacios escénicos no van a aguantar cerrados
tantos meses”.
Afectación a 15
teatros
Foro Shakespeare &
Compañía es una asociación en la que trabajan unas 50 personas, cuya nómina
mensual es alta, sin contar la renta del espacio y otros servicios. Las
principales fuentes de ingreso, como en la mayoría de los espacios escénicos,
son la venta de boletos en taquilla y la renta del foro a otras agrupaciones.
‘‘Y esas dos fuentes de ingreso hoy están canceladas, hasta nuevo aviso”.
El problema, detalla Sosa,
‘‘es que no tenemos un canal de ingresos que haya quedado abierto. De ahí que
al no saber cuánto tiempo va a durar la cuarentena, empezamos a imaginar un
posible futuro, ahora que ya entramos a la fase 2”.
Como Red de Espacios
Culturales Independientes Organizados, ‘‘nos hemos pronunciado y enviado a las
autoridades culturales un comunicado público en el que proponemos una serie de
medidas con el fin de solventar la crisis económica que se viene para los
teatros independientes”.
En principio, ‘‘nos dimos a la
tarea de hacer un ejercicio para calcular a cuánto ascenderán nuestras
pérdidas, en el supuesto de que la contingencia se levante el 20 de abril.
‘‘La pérdida asciende a 9
millones, 712 mil 330 pesos. Y eso sólo contando la afectación directa a los 15
espacios que integran Recio y que en el universo de las artes escénicas y de la
cultura apenas representamos un muy pequeño porcentaje. Contabilizar la pérdida
real de todos los demás espacios culturales independientes resultaría una cifra
muy cuantiosa.”
Exhorto a
autoridades
En su llamado a las
autoridades culturales, los creadores advierten: ‘‘Es momento de actuar y de
tomar decisiones. No sólo por parte de nosotros, la comunidad, que ya está
trabajando y desarrollando ideas y proyectos de contingencia, sino de ustedes,
las autoridades en turno. Necesitamos que nos acompañen a tomar una serie de
decisiones drásticas y significativas que nos permitan garantizar un futuro
digno para artistas y hacedores culturales”.
Entre las medidas laborales,
financieras y fiscales propuestas se mencionan: ‘‘Reducción a 50 por ciento,
durante 12 meses, de las cuotas obrero-patronales de nuestros empleados y
trabajadores en el Seguro Social e Infonavit; líneas urgentes de crédito y de
liquidez de hasta 5 millones de pesos, exclusivas para empresas culturales con
tasas de interés no mayores a 3 por ciento anual; cancelación inmediata del
pago del ISEP (impuesto sobre espectáculos públicos) por 24 meses a todos los
espectáculos públicos; condonación de deudas tributarias a todas las empresas
que tengan por objeto social el arte y la cultura hasta por un millón de pesos;
crédito fiscal de hasta un millón de pesos a todas las empresas que tengan por
objeto social el arte y la cultura, y que se encuentren al corriente con sus
pagos, y ampliación de la bolsa de Efiartes a 300 millones de pesos, así como
un cambio urgente, solidario y consciente en los criterios de selección que
permita el máximo aprovechamiento de dicha bolsa”.
Para Sosa, ‘‘hoy día todo
mundo está subiendo a Internet de manera gratuita talleres virtuales o
funciones de obras de teatro, para de cierta manera sobrellevar la cuarentena
de una forma más entretenida; sin embargo, eso se va agotar muy rápido. Porque
con ello no se paga renta, nómina y demás servicios que implica el quehacer
teatral.
‘‘Más allá de la sensación
romántica de: hagamos la cuarentena más llevadera con actividades culturales
virtuales, hay que pensar en proveernos de una fuente de ingresos.”
La creatividad de los artistas
no está en peligro, considera Sosa, ‘‘lo que está en riesgo es la
infraestructura teatral independiente, que tantos años ha costado construir”.