• El texto de Suniti Namjoshi hace un recorrido por las problemáticas de los roles de género, pasa por la mitología india, la lucha de castas, el erotismo y la homofobia
CIUDAD DE MÉXICO.
Fábulas feministas y otros textos (Paraíso Perdido, 2019), de Suniti
Namjoshi (India, 1941), es la antología de las mejores obras de la autora
india, cuya traducción corrió a cargo de las escritoras e investigadoras
mexicanas Ave Barrera y Lola Horner. En entrevista, ambas
cuentan el desafío que representó trasladar al español a Suniti, así como la
fascinación por enfrentarse a una enigmática y mitológica serie de textos.
Asimismo, Barrera y Horner dan su parecer acerca del movimiento #UnDiaSinMujeres.
“Lo
que más me gustó de las Fábulas feministas de Suniti es que la moraleja
no siempre es clara. El lector debe construir su propia moraleja, encontrar su
propio sentido. Eso, para mí, fue lo más valioso de haber traducido a esta voz
tan poderosa”, asegura Horner.
“Fue fascinante ir descubriendo los mundos
diversos e increíbles que Suniti Namjhoshi transita en sus diferentes libros,
es impresionante la manera en que domina la tradición tanto de su propia
cultura como de la occidental europea y establece sus propias reglas para
apropiárselas y reescribirlas”, reconoce Barrera.
Además
de Fábulas
Feministas, esta antología incluye fragmentos y poemas de libros
como La
mentira verdadera, El libro de cabecera de las pesadillas, El asno y la dama, Una madre del maya Diip, Santa Suniti y el dragón, Carne y Papel, Fábulas de la
burra azul y Construir Babel, entre otros.
Fábulas
feministas, nombre del primer libro que
escribió Suniti, sirve para dar título a esta antología. Para la autora, el
feminismo no es sólo un rostro, sino que existen diversos cariz. Así fue como
lo entendieron las traductoras, quienes ven en los libros de la escritora india
una postura en cuanto a las castas y la desigualdad social.
“Como
Suniti señala en el texto introductorio, dejó a su primer libro el título
de Fábulas
feministas para visibilizar este término. También nosotras, al
decidir el título para la antología, decidimos dejarlo con ese mismo fin.
Aunque los textos abordan problemáticas muy complejas, la perspectiva crítica
que las atraviesa es femenina, feminista, se traslada de los centros a las
periferias. Es un libro versátil en más deun sentido.
“Este libro nos permite reforzar la idea de
un feminismo interseccional, que se compone de muchas posturas, de muchas
aproximaciones y que responde a una problemática mucho más compleja que los
roles de género o la discriminación hacia las mujeres: tenemos el capitalismo
neoliberal que explota el mundo y nos explota a nosotros en todos los niveles;
la desigualdad de clases, las diferencias culturales y generacionales, la
problemática colonial, que lo mismo se vive en Asia que en Latinoamérica. La
obra de Suniti abarca un espectro amplio de esta interseccionalidad, sin dejar
de cuestionarlo todo”, afirma Barrera.
Por su parte, Lola Horner reconoce que “si
hubiera que ubicarlo dentro de las coordenadas de los feminismos, la
trayectoria literaria de Suniti se colocaría dentro del feminismo
interseccional, donde se entrecruza el género con cuestiones de raza y clase.
Me parece muy valiente la manera en que Suniti se atreve a repensar sus
condiciones como autora y como mujer de un país periférico, lesbiana y
escritora, frente a un mundo cuyos códigos se modifican todo el tiempo”.
Barrera y Horner aceptan que fue gratificante
trabajar juntas en trasladar al español la poética y narrativa de Namjoshi.
“Fue complejo y apasionante. Hacerlo a cuatro manos y dos pares de ojos aportó
una mesura, sobre todo para la revisión, con la que no hubiéramos contado de
otro modo, además de una posibilidad de diálogo entre Ave y yo que terminó por
enriquecer al texto.
“Buscamos en fuentes mitológicas de la India
y nos tuvimos que empapar de los textos canónicos. La posibilidad de acercarme
a un universo que, aunque parezca tan distinto de nuestra realidad mexicana,
posee muchas similitudes con nuestra vida cotidiana. Poder trabajar con un
texto que mueve y conmueve, en compañía de otra traductora que comparte mi
pasión por la literatura y por el descubrimiento de nuevos horizontes. Tener el
placer de traducir a una autora que me había fascinado en inglés y que ahora
puede gozarse en español”, asegura Horner.
A decir de Ave Barrera, “es un libro muy
autorreferencial. El lenguaje, las historias, el humor, el trasfondo, las
dificultades para pasar a español algunas expresiones juguetonas, los
contenidos y cuestionamientos, pero sobre todo los textos que introducen cada
libro, donde Suniti rompe la cuarta pared y nos habla sin velos ni pretensiones
acerca de cómo escribió ese libro, qué dificultades tuvo, a qué desafíos se
enfrentó, cómo intentó resolverlos y lo que significó para ella haber escrito
lo que escribió. Es un ingrediente valiosísimo de esta edición.
Lola y yo somos muy diferentes en nuestros
estilos e inquietudes, pero cuando trabajamos juntas armonizamos de maravilla.
Tenemos el chiste de que ella es rojo, yo soy azul y juntas somos morado y nos
encanta el morado”.
Al cuestionar a las traductoras sobre el
movimiento feminista en México, así como el paro del 9 de marzo, ambas afirman
que es emocionante ver la unión entre mujeres.
“Creo que tanto el movimiento feminista en
México como el paro del 9 de marzo son imprescindibles en una realidad como la
que habitamos. La violencia que padecemos las mujeres es intolerable, y tenemos
que trabajar por erradicarla. Ojalá este tipo de acciones sirvan para crear una
conciencia política que se traduzca en soluciones jurídicas y en un diálogo
social más amplio”, reconoce Horner.
“Creo que el objetivo es visibilizar la
importancia del trabajo de las mujeres en todos los ámbitos, el doméstico, el
profesional, como integrantes, consumidoras y colaboradoras. Dejemos que cada
una proponga y, que cada una aporte a esta causa desde el frente que elija, con
lo que se sienta cómoda y motivada. Ya se nos ha exigido demasiado socialmente
durante mucho tiempo. Rompamos con eso. El feminismo no tiene por qué ser una
exigencia más para nosotras. Se trata de un reclamo que nosotras le hacemos al
mundo”, concluye Barrera.