Definitivamente además de las medidas tomadas por los gobiernos federal y estatal con relación a la amenaza que implica el Coronavirus en nuestro territorio, también llamó fuertemente la atención pública, las medidas que se tomaron en el Congreso estatal en donde quedó de manifiesto que los legisladores de Morena han dejado de hacer caso al titular de los programas de Bienestar en la entidad, Víctor Castro que hasta ahora, al respecto, ha guardado un verdadero silencio.

Más allá de que las medidas tomadas recientemente en el Congreso del Estado se encuentren o no dentro de la legalidad, (aunque este jueves por la tarde el Tribunal Estatal Electoral se auto consideró incompetente para atender las demandas interpuestas por algunas diputadas contra supuestas violaciones a derechos políticos por género), lo cierto es que la fracción parlamentaria de Morena se ha unido a la fracción Juntos Haremos Historia, y con ello han dejado por un lado las presiones que en su momento ejerció Víctor Castro Cosío.

Castro Cosío pierde poco a poco la presencia que llegó a tener entre los militantes y simpatizantes del partido ahora en el poder federal lo que se refleja también al interior del poder legislativo sudcaliforniano donde la configuración política no termina de evolucionar.

Así que los legisladores que en su momento estuvieron sumamente dispuestos a atender las peticiones de Castro Cosío, fueran del calibre que fueran, ahora parecen desenvolverse más en su auto protección política de común acuerdo con la fracción parlamentaria que encabezan los diputados Ramiro Ruiz, Carlos Van Wormer, Héctor Ortega Pillado y la diputada Sandra Moreno Vázquez.

Está claro que el liderazgo que en su momento medio ejerció Castro Cosío al interior del congreso del estado, hoy simplemente ya no existe.

De hecho, la presencia social del aún delegado de la Secretaría de Bienestar en la entidad, se encuentra totalmente mermada al punto que algunos han considerado ya la posibilidad de que el también senador con licencia, solicite regresar a esa cargo para tratar de buscar desde ahí la candidatura de su partido a la gubernatura.

Mientras esto sucede, Castro Cosío pierde presencia y liderazgo social, incluso entre los propios morenistas, el Congreso no aprobó ayer la cuenta pública del 2018. El dictamen que fue leído por el diputado Carlos Van Wormer, presidente de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de Estado.

Entre los argumentos para rechazar esta cuenta que estuvo a cargo del diputado del PES Rigoberto Murilo, se encuentra el hecho de las inconsistencias en la expedición de un cheque por 337 mil pesos para el pago de servicios de asesorías.

La falta de documentación para transparentar la contratación de bienes y servicios por lo menos de tres proveedores por conceptos de difusión por 688 mil 997 pesos y no presentar el timbrado de las nóminas del periodo enero-diciembre del 2018.

Así que ahora que se toman medidas en el Congreso del Estado dentro de su autonomía como poder legislativo, es evidente que los liderazgos al interior de Morena se reconfiguran por lo que está claro que la lucha por las posiciones para el proceso electoral del 2021 en este organismo político se basa en la búsqueda de un liderazgo efectivo del que aún carecen.

En la vida como en política no existen por mucho tiempo los vacíos y en el caso de la cada vez más débil presencia de Castro Cosío, no le extrañe a usted que desde el poder legislativo sudcaliforniano también se redefina quién pueda tener de su lado el potencial político del morenismo sudcaliforniano.

Por lo pronto el Congreso del Estado precisamente para sumarse a las acciones preventivas contra el Coronavirus, sesionará el próximo martes a puerta cerrada, sin asistencia de público y solo se transmitirá el contenido de esa actividad en vivo por medio de su página de internet

Ya veremos qué sucede.