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Hoy es martes, 8 de octubre de 2024

“Que se les agite el corazón”, experiencia que Guillermo desea para sus lectores

• El escritor mexicano sostuvo un encuentro digital para hablar de su novela Salvar el fuego, ganadora del Premio Alfaguara 2020

“Que se les agite el corazón”, experiencia que Guillermo desea para sus lectores

CIUDAD DE MÉXICO.

“Que la gente se ría, que me miente la madre, que se le agite el corazón, que huela, que escuche. Que entre a mundos desconocidos y descubra algo suyo que creía perdido o que ni siquiera sabía que tenía”. Ésta es la experiencia “estética y física” que Guillermo Arriaga desea para los lectores de su novela Salvar el fuego, ganadora del Premio Alfaguara 2020.

 

“Quiero que, al caerse, el libro salpique vida, sangre, semen, sudor. Que mis palabras hagan algo a la mano que lo sostiene; que la corten, la trituren, la rompan, y luego la curen, la alivien”, comentó el escritor y cineasta mexicano en videoconferencia.

“Que suceda esto con mi novela, y más en estos momentos de encierro, porque en cada una de sus 659 páginas puse todo lo que tengo: sangre, entrañas, riñones, hígado, corazón, cerebro. No hay otra forma de escribir”, explicó.

“Guardado” ya en su casa, para ponerle sana distancia a la pandemia del coronavirus, el narrador sostuvo ayer un encuentro digital con sus lectores –que fueron diez mil, detalló al final– desde su cuenta de Twitter.

 

“Vivimos tiempos oscuros. Hay un proverbio chino que dice ‘No maldigas la oscuridad, mejor enciende una vela’. Espero que, en esta cuarentena, los libros se conviertan en una vela, en algo que ilumine lo que están haciendo”, afirmó.

El autor de los guiones de películas como Amores perros21 gramos y Babel cree que lo mejor que le puede suceder a un escritor es ser leído. “Me honraría mucho si alguien me lee en las circunstancias en que estamos ahora, de corazón me sentiría muy honrado”.

 

Sonriente, de camiseta negra y chamarra de cuero café, Arriaga confesó que estaba emocionado porque parte del premio Alfaguara consistía en promover Salvar el fuego en todos los países hispanohablantes, gira que se canceló para evitar los riesgos de contagio.

 

“Ojalá que esta pandemia nos haga reflexionar un poco sobre las desigualdades. Para unos es muy fácil pedir entrar en cuarentena, pero para quienes viven al día es muy pesado. Debemos crear un sistema más justo, más igualitario”, dijo.

En su primera presentación virtual –“me encantó la experiencia, aunque es raro estar hablando como periquito a un iPad”–, el comunicólogo y maestro en Historia por la Universidad Iberoamericana narró que su novela está nutrida por dos sentimientos complejos: la rabia y el miedo.

“Se desarrolla en México, un país donde cohabitan la violencia y el amor, la
desigualdad y el arte, los intelectuales y los homicidas, cuyos habitantes necesitan dialogar para redefinirlo”, destacó.

Aunque aclaró que, sobre todo, Salvar el fuego es una historia de amor. “Éste es uno de los sentimientos más potentes, más subversivos. Tanto que ha habido batallas épicas en su nombre, renuncias al trono de reyes, pleitos mayúsculos, construcciones de fortalezas. Es lo único que permite la cohesión de una sociedad”.

 

Señaló que narra el encuentro entre una bailarina y un homicida. “Marina es una coreógrafa de 38 años, casada, con tres hijos, adinerada. Se pregunta a menudo si lo que hace es interesante o es mediocre y está obsesionada con eso. Presenta una coreografía que es un desastre y piensa en retirarse. En un momento dado, la invitan a dar una función en la cárcel y ahí conoce a José Cuauhtémoc.

“José, aunque culto y erudito, es un homicida condenado a 50 años de prisión. Es hijo de un activista indígena que ha educado a sus tres hijos fuertes y cultos, para que no los vuelvan a insultar por ser descendientes de indios. Es una historia de celos, de racismo, de crimen”, indicó.

Y aseguró que le ha interesado hablar de amores extremos desde su novela El búfalo de la noche (1999), “en la que una mujer está enamorada de un esquizofrénico, que entra y sale de hospitales siquiátricos; luego, en 21 gramos, un preso que escribía cartas y poemas se enamora”.

 

ESTRUCTURA LITERARIA

 

Arriaga detalló que Salvar el fuego, cuya confección le llevó cuatro años y medio, está contada en primera, segunda y tercera personas. “La primera voz es la de Marina, quien, con un lenguaje coloquial y educado, narra su propia historia; la segunda es de Francisco Cuitláhuac, hermano de José, que, con un lenguaje pomposo y elegante, habla en el cementerio con su padre, Ceferino, y la tercera es una narración del pasado inmediato de José. Las tres historias van cambiando los ángulos y, al final, se anudan”.

 

El autor de las novelas Escuadrón Guillotina (1991), Un dulce olor a muerte (1994) y El salvaje (2016), con la que en su momento compitió por el Premio Alfaguara pero no ganó, compartió su proceso creativo y aclaró que, para él, escribir no sólo es teclear, sino también pensar.

 

“Yo me arranco a hacer una novela con una escasa noción de qué tratará. Me siento a escribirla sin conocer el final ni a los personajes ni lo que sucederá en el camino. Sé que muchos de mis colegas son más estructurados.

“Yo comienzo a escribir en el orden que me vienen las ideas. Voy descubriendo la estructura y el lenguaje de cada voz conforme avanzo. Una vez que tengo el conjunto, la reescribo, transcribo palabra por palabra, y voy corrigiendo y quitando, quito mucho. La trascribo completa hasta seis veces. Así trabajo tanto mis novelas como en el cine”, apuntó.

El también autor del guion de Los tres entierros de Melquiades Estrada, que recibió el premio al Mejor Guion en el Festival de Cannes en 2005, se dijo feliz de haberle dado vida a Marina. “Las mujeres son más profundas. Espero haber creado un personaje femenino creíble. Ya me dirán”.

 

Contó que se rió mucho escribiéndola. “Me divierto siempre. Quisiera quitarme algunos clichés que me parecen espantosos. Yo no sufro escribiendo; eso de los escritores que exorcizan sus demonios me parece un lugar común. Yo no tengo ningún demonio que exorcizar, soy bastante optimista”.

Finalmente, antes de cortar la comunicación, Arriaga agregó que la novela, que desde ayer está en las librerías de España, tardará unos tres o cuatro días en llegar a México y a América Latina, y pidió a sus interlocutores, “tengan paciencia”.

Y adelantó que los actores Jorge Jiménez, Noé Hernández y Adriana Paz ya están grabando la lectura del audiolibro.