El presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra, anuncia nuevas medidas para atender estos temas
Ciudad de México. La violencia, el acoso, el hostigamiento sexual, la violación y la pederastia no
tienen género. Mujeres y hombres son vulnerables, y en el deporte pocos han sido los casos que
salieron a la luz pública en el pasado. Ahora, con las redes sociales hay una tendencia hacia la
denuncia y nadie acude a las instancias legales por temor, vergüenza, culpa y amenazas, de
directivos o entrenadores por el abuso de autoridad que ejercen sobre ellos.
El presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla Becerra, anuncia nuevas
medidas: A partir de este 12 de marzo se instalarán buzones en lugares estratégicos en el Centro
Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM) para que realicen sus denuncias y quejas de manera
anónima los deportistas, trabajadores, grupos multidisciplinarios, mujeres y hombres, y yo lo
manejaré directamente con las comisiones de la Mujer y de Atletas del COM.
Mensaje devastador
La noche del 31 de mayo de 2012, la llamada de auxilio de una madre detonó el primer caso de
pederastia en el CDOM. El mensaje de texto que recibió de su hijo era devastador: Lo estaban
violando en el interior de la habitación del entrenador Miguel Ángel Sánchez, que vivía dentro de
las instalaciones y, por primera vez, el COM difundió ese día un comunicado de los hechos.
Aquella terrible y lamentable situación, como admite Padilla, lo dejó marcado. Se procedió
legalmente y el responsable está pagando una condena larga en la cárcel. A partir de esa fecha se
reforzaron las medidas de seguridad para resguardar la integridad de los deportistas.
Así recibió Padilla el COM, arrastrando una serie de escándalos de pederastia y acoso sexual en las
gestiones de Mario Vázquez Raña y Felipe Muñoz Kapamas.
La denuncia de la pentatleta Rocío Arias contra el técnico Domingo Ramírez (1999); las
trabajadoras del servicio médico que acusaron al responsable del área, Rafael Ornelas (2003); la
arquera Lissete Medina, quien presenció actos inmorales cuando era menor de edad con la
presidenta de esa federación, Aurora Bretón, y el entrenador René Peralta (2004).
Sin embargo, el detonante se dio con la denuncia en 2004 de la madre de Laura Sánchez contra el
entrenador Francisco Rueda, por abuso sexual a su hija desde que era menor de edad.
El escándalo en los clavados sacó a relucir más denuncias de acoso sexual y sicológico del
entrenador. No pasó a más, Rueda se divorció de la clavadista Jessica Ayala y se casó con Laura
tiempo después. Compartieron en Londres 2012 la primera medalla olímpica en prueba individual
femenil de su disciplina, con un bronce.
Sin quejas en ocho años
Padilla afirma que desde hace ocho años que llegó al COM no se ha presentado ninguna denuncia
o queja.
Existe un protocolo de ética para que en caso de denuncia, abuso, acoso e irregularidad, la
situación sea atendida. Estamos abiertos y somos claros que en estos asuntos hay mucha secrecía.
–¿No es irónico que Laura Sánchez, quien dirige la Comisión de Atletas, reciba esta
responsabilidad después de lo que pasó?
–Si alguien tiene la sensibilidad y reaccionaría a tiempo es ella.
–¿Se admitirán las denuncias que los deportistas han realizado hace meses en redes sociales?
–No bastan las denuncias en redes sociales para darle la formalidad. Las redes son peligrosas y se
cree todo como verdad. Alertan, eso sí, pero hace falta las principales instancias como las
federaciones, la CAAD (Comisión de Apelación y Arbitraje del Deporte) y si fuera necesario acudir a
las instancias civiles o penales.
Norma Baraldi, ex clavadista olímpica y presidenta de la Comisión de la Mujer en el COM, dijo que
en su época se veía normal el acercamiento entre una deportista y su entrenador. No se pensaba
mal, pero en la actualidad ya no las pueden ni tocar porque los acusan de abuso y acoso.
Tras dos años de estar en el cargo asegura que no se ha dado ninguna queja; “no funcionó cuando
estaba el Tibio (Felipe Muñoz) donde había un área de denuncia y nada más se tenía un
escritorio”.
Hace un exhorto a las deportistas: estén atentas a cualquier cosa dudosa. Que lo denuncien en su
momento y no dejen pasar el tiempo.
La cultura de la denuncia se ha visto más en las plataformas digitales y son las voces de mujeres las
que más se escuchan en sus cuentas oficiales de Facebook, Twitter e Instagram, con testimonios
en videos o textos de lo que vivieron hace años y recientemente por maltrato físico, sicológico y
abuso de autoridad de entrenadores cuando eran seleccionadas nacionales en gimnasia y natación
artística.
De siete mujeres, solamente una, Elsa García, tuvo eco. El 7 de octubre de 2019 subió un video a
Twitter sobre la agresión física y sicológica que recibió del entrenador francés Eric Demay,
contratado como coordinador técnico en la Federación Mexicana de Gimnasia, al hacerla a un lado
previo al Mundial de Stuttgart, lo cual le imposibilitó clasificar, en ese momento, a los Juegos
Olímpicos de Tokio.
La seleccionada olímpica en Londres 2012 recibió el respaldo de Ana Guevara, directora general de
la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), al desvelar que la agresión de la
gimnasta se dio en una concentración en las instalaciones del Centro Nacional de Desarrollo de
Talentos Deportivo y Alto Rendimiento (Cnar).
Demay, quien tenía antecedentes de agresor en otros países en los que había sido contratado y
denunciado por sus alumnas, fue despedido.
En administraciones anteriores del Cnar hubo casos de hostigamiento sexual denunciados.
Cesaron a Arturo Aguirre Dickinson, de pentatlón moderno, y Pedro Aroche, entrenador de
marcha.
Se solicitó una entrevista con el actual director del Cnar, Héctor García Antonio, y no hubo
respuesta, sobre un inmueble que cuenta con una alta población de atletas de secundaria y
preparatoria de diferentes lugares del país. Ahí viven y estudian, y también se alojan entrenadores
e integrantes de selecciones mayores.
Cero tolerancia en Conade
El pasado 25 de febrero, Ana Guevara anunció cero torelancia al hostigamiento y acoso sexual,
cuya área dirigirá Mariana Limón Ramírez, directora de Proyectos Especiales y Atención de la
Unidad de Género y No Discriminación de la Conade, con protocolos para la prevención, atención
y sanción.
No hay códigos de ética, lo único que hacen es separar al entrenador y luego investigan, se repite
la misma historia. Nadie escucha a las dos partes, porque a veces son acusaciones infundadas, dice
un trabajador que pide el anonimato.