• La comunión se entregará en la mano y no en la boca
Cabo San Lucas, Baja California Sur-. La llegada del COVID-19 (coronavirus) a México ha puesto en alerta a toda la comunidad, por lo cual diversos sectores se han unido a las campañas informativas para evitar la propagación de la enfermedad, así como llevan a cabo acciones.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) una medida muy efectiva para no contagiarse es evitar en la medida de lo posible el contacto físico, acción que incluso la iglesia católica está poniendo en práctica.
Se les ha hecho énfasis a los feligreses para que no den el saludo de la paz durante la misa, motivo por el cual pueden hacer una ligera reverencia con la cabeza.
De igual manera se tomó la decisión de que los sacerdotes no entreguen la hostia en la boca durante la eucaristía.
El párroco del Santuario de Guadalupe y el Templo de San Lucas Evangelista, el padre Juvencio González Aguilar informó que se ha tomado dicha decisión por parte de la Iglesia Católica en México, para evitar la propagación del coronavirus en Los Cabos.
A partir de ahora y hasta nuevo aviso se recibirá la sagrada comunión en la mano, sin embargo, se pide a los fieles tomar en cuenta pasos muy importantes, por higiene y respeto a la fe.
A los católicos se les pide para poder recibir la comunión en la mano en primer lugar desinfectar sus manos, si así lo desean pueden hacer antes una reverencia o arrodillarse, posteriormente deberán extender la mano izquierda (si son diestros) o derecha (si son zurdos) con la palma hacia arriba, colocar la otra mano debajo, ya que se dice que es una forma de prepararle un trono al Señor.
Posteriormente le pondrán la Hostia sobre la palma, se les pide que bajo ninguna circunstancia se adelanten a intentar tomarla usando los dedos como pinzas.
Una vez que la Hostia ha sido colocada en la palma de la mano deberán tomarla con los dedos índice y pulgar de la mano que está debajo, poner la otra mano bajo la barbilla, como si fuera un platillo, para evitar que cualquier partícula caiga al suelo, y consumir la Hostia allí mismo, antes de volver a su lugar.
El padre González Aguilar explicó que es fundamental verificar que en la palma de la mano y en los dedos no hayan quedado partículas de la Hostia y si las hay deben consumirlas, ya que por ningún motivo se deben sacudir las manos como si se quitara polvo, ya que es el cuerpo de Cristo y se debe tratar con completa reverencia.