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Hoy es sábado, 23 de noviembre de 2024

En tiempos de COVID-19: "Dios aprieta, pero no ahorca"

Vendedores ambulantes siguen aprovechando hasta el último momento para trabajar en las zonas de playa, donde han advertido, comenzará a restringirse más la afluencia de visitantes

En tiempos de COVID-19: "Dios aprieta, pero no ahorca"

La Paz, Baja California Sur.-  Hermenegildo vende fruta y cocos en Balandra, ahí tienen ya su espacio bien establecido,  con su carrito, los vasos, el chilito y limón listos para las botanas y para los turistas y residentes que visitan una de las playas más bellas de Baja California Sur y del país. 


Con la fe firme, se encomendó a Dios y este fin de semana y hasta este miércoles llegó junto a su amigo a vender y sacar para el día. Su amigo le ha dado espacio junto a él para irse ganando la vida. 


-¿Cómo se llama?


“Oswaldo”, dice algo apenado y con voz baja,  mientras prepara un coco para un cliente. 


Así, Hermenegildo y su amigo esperan que el viento no siga ahuyentando a los visitantes que, afirman, cada vez son menos que hace unas semanas. 


“Ha estado bajando, han dicho que luego ya no nos van a dar permiso, y pues nosotros vamos a respetar, pero mientras tenemos que seguir”, comentó. 


Allí, en Balandra, al menos 40 vehículos están en el estacionamiento. Quizá para ser un día de esta temporada, ya faltando poco para  Semana Santa haría falta mucha más afluencia, según comentan, pero ahora está el COVID-19 "acechando". 


“A todos nos da miedo, pero también tenemos que comer”, platica el hombre. 


Y mientras, los turistas bajan a las palapas, y algunos otros ya se encuentran allí. Más carros siguen llegando. Algunos se quedan observando el panorama, como dudando en si bajar finalmente o no. 


“Nosotros dependemos de ellos, y la situación está ya de por sí cada vez peor”, agrega. 


Estos amigos no son los únicos. Están también los vendedores de artículos para playa, sombreros, bloqueadores, hasta artesanías. Y está “su competencia”, otros vendedores de sabritas, frutas y cocos. 


Todos están ávidos de visitantes, pero saben que conforme pasen los días, quizá terminen por convencerse de la "sana distancia" y dejar de asistir. 


Y aunque lo entienden, están contrariados. Y sí, unos más que otros, porque tampoco saben qué apoyos les llegarán o cuándo se “levantará” la restricción. 


Mientras tanto, Hermenegildo dice que no tienen más que decir: “Dios aprieta pero no ahorca…”


El Consejo Municipal de Protección Civil informó ayer que comenzará este día un operativo de vigilancia en zonas de playa, a fin de evitar la aglomeración de personas y para que se respete el llamado a la sana distancia.