• Irene Herner, directora de ¿Quién era David Alfaro Siqueiros?, dijo que el proyecto está muy avanzado
CIUDAD DE MÉXICO.
¿Quién era David Alfaro Siqueiros? es el título tanto de una serie de televisión
independiente como del documental que formará parte del museo de sitio que se
creará en el Polyforum Cultural Siqueiros, producciones que ya
están “muy avanzadas”, comenta la investigadora Irene Herner, quien produce y
dirige ambos proyectos.
La experta en la obra del pintor
mexicano David
Alfaro Siqueiros (1896-1974), que ha estudiado durante más de
dos décadas, está a cargo del proyecto cultural que se echará a andar tras la
restauración del conjunto, cuyos dueños aún esperan que arranque este mes.
“El trabajo de coordinación con las
autoridades va avanzando bien”, señaló ayer el arquitecto Esteban Suárez, quien
especificó que se destinarán unos 50 millones de pesos para el programa
cultural.
La crítica de arte detalla en
entrevista que la serie ¿Quién era David Alfaro Siqueiros? tendrá 35
capítulos y se dividirá en tres partes. “Es el siglo XX desde la perspectiva
del artista, en sus propios términos. Incluye muchas piezas inéditas. Llevo
diez años trabajando en ella, estará lista este año y se proyectará en 2021”.
El Polyforum es un inmueble que
alberga el denominado “mural más grande del mundo”, trazado por
Siqueiros en una superficie de 8 mil 500 metros, que comprende la techumbre y
los muros exteriores, así como la bóveda y las paredes internas y una barda
perimetral de 500 metros.
Suárez, nieto de Manuel Suárez y Suárez,
quien concibió y patrocinó el complejo inaugurado en 1971, explicó que, además
de la restauración de las pinturas, se construirá en el predio una torre de
usos múltiples de 48 pisos, una plaza pública de seis mil metros cuadrados, los
museos del Muralismo y del Mecenazgo y dos nuevos espectáculos de luz y sonido,
que tendrá una inversión de 4 mil 400 millones de pesos.
Herner explica, por su parte, que el
Polyforum es “un experimento innovador de integración de las artes, que implica
la unidad estructural indisoluble de la pintura y la escultopintura con la
arquitectura”. Y que, por esto, “es una obra difícil y abigarrada que no se
comprende por sí misma, por lo que debe ser apoyada por una propuesta
curatorial y museográfica que la clarifique y la ubique”.
Agrega que Siqueiros “es uno de nuestros
grandes artistas del siglo XX, no sólo de México, sino a nivel internacional.
Es el primero que hizo cine pintado, nadie lo había hecho. Es el primero que
utilizó los materiales para pintar automóviles en la confección de sus obras”.
La profesora universitaria añade
que El
Coronelazo, como se le llamaba a uno de los tres grandes
muralistas de México, junto con Diego Rivera y José Clemente Orozco, fue “un
hombre profundamente crítico que amaba a su país. Y sus dichos, ya depurados de
fanatismos, que sí existieron en él, hoy día tienen un sentido muy actual.
Estamos acostumbrados a pensar en Siqueiros sólo como muralista y es mucho más que
eso, es un gran artista público”.
Herner propone, según describe el proyecto
que le entregó a Súarez, hacer “una restauración documental e iconográfica” del
Polyforum. “Esta arqueología documental estaría integrada por los documentos
del rico archivo que el artista legó y con las obras que son los testimonios de
su proceso artístico”.
La estudiosa dice que el museo de
sitio se
dividiría en cinco espacios curatoriales: la sección digital y
documental dedicada a mostrar la vida y la obra del artista, denominada ¿Quién era David Alfaro
Siqueiros?; La Tallera, en la que se presenta el taller de
Cuernavaca donde se realizaron los paneles murales, para mostrar el ambiente
creativo e intelectual que se gestó alrededor de esta obra; y El Polyforum, que
narra la historia de la construcción, sus restauraciones y la remodelación
actual.
La otras dos partes son el Museo del
Mecenazgo y un espectáculo audiovisual.
En el primer espacio, apunta Irene Herner, se
ubicará a Manuel Suárez en su papel de mecenas del
Polyforum y exhibirá de manera temporal obras y documentos de su colección, así
como otros acervos privados sobre el artista y el entorno en el que se
desenvolvía.
“El espectáculo se realizará en el interior
del recinto y ofrecerá una visión del muralismo de espacio cúbico propuesto por
Siqueiros; así como una narrativa visual sobre el desarrollo iconográfico de
sus temas significantes, el central de su producción: la marcha de la
humanidad”, señala la investigadora.
“El sentido del museo de sitio será crear un
espacio que restaure de manera conceptual la vida y la obra de este creador y
lo eleve más allá del estereotipo y el estigma político en el que se le ha
encajonado”, destaca.
La licenciada en Historia narra
que también va adelantada en la preparación del catálogo de la obra de
Siqueiros, que aún no se ha elaborado.
“ No sé si sea un catálogo razonado,
porque el ambiente está lleno de falsos, es muy difícil. Tenemos que hacer una
enorme depuración, con mucha responsabilidad.
Tengo unos 500 ensayos documentales de obras,
independientemente de los murales. Siqueiros fue muy prolífico. Se llaman
estudios, porque él decía que no hacía caballetes, pero, en realidad, como
vivió tan grandes adversidades y no lo dejaron pintar murales durante mucho
tiempo –sobre todo durante sus estancias en la cárcel– entonces hizo estudios
de varios tamaños, de todo tipo, tintas, dibujos, obras de acrílico, de
piroxilina, paisajes, retratos”, asegura.
Concluye que tiene “una obra maravillosa.
Sólo en la cárcel, de 1960 a 1964, pintó unas 400 piezas. El catálogo saldrá
cuando tengamos quién lo publique, pero está muy avanzado”.
Por lo pronto, el edificio catalogado como
Monumento Artístico en 1980 y como Patrimonio Cultural y Urbano de la Ciudad de
México en 2014 está cerrado desde el 11 de septiembre de 2017 y ha dejado de
recibir en estos dos años a más de 20 mil personas.
“Espero pronto empiecen los trabajos de
restauración de los murales y se accione el proyecto inmobiliario y el
cultural, para devolverle su valía a esta obra única”, indica Herner.