Especialistas en el tema consideran que mantener distanciamiento social no son medidas fáciles de aplicar, pero son lo más recomendable para evitar que la entrada de la epidemia produzca un contagio geométrico de COVID-19
La Paz, Baja California Sur.- Con la cancelación de la entrada de cruceros, la toma de muestras y cuestionarios de entrada a las personas que visitan nuestro estado y la suspensión de actividades como festivales, Baja California Sur (BCS) ha dado un paso adelante en la vigilancia epistemológica que recomiendan las autoridades sanitarias.
Especialistas en el tema consideran que mantener distanciamiento social no son medidas fáciles de aplicar, pero son lo más recomendable para evitar que la entrada de la epidemia produzca un contagio geométrico de COVID-19.
Entrevistada para Diario El Independiente Aurora Rebolledo, investigadora egresada del Instituto Nacional de Salud Pública, aseguró que.
La cancelación de eventos es uno de los primeros pasos del distanciamiento social: “Al posponer una congregación mediana a mayor de personas que se reúnen por un motivo no esencial para la vida diaria como el concierto como el de Banda La Trakalosa, que fue pospuesto en Los Cabos, disminuye la intensidad de nuestras relaciones sociales durante la fase de crecimiento exponencial mundial de la enfermedad” lamentó.
En el transcurso del fin de semana se anunció la cancelación de, al menos, 3 eventos culturales masivos (las fiestas de fundación en Los Cabos y dos eventos culturales masivos en Todos Santos: un El Festival de Cine de Todos Santos y un festival de cerveceros artesanales, y el evento deportivo asociado al Tour de Francia conocido como L’Etape); así mismo, se ha suspendido el arribo de hasta 70 cruceros a las costas de Los Cabos.
El distanciamiento social plantea el aislamiento voluntario de las personas como medida de contención del contagio durante una pandemia como la que ha sido declarada por las autoridades sanitarias internacionales.
“Si bien es cierto que muchos seguiremos en contacto con otras personas al ir a trabajar y usar el transporte público, el haber evitado un contacto con un número mayor de individuos con quienes no se convive de manera cotidiana, permitirá que las personas que requieren continuar sus labores productivas, tengan menos posibilidad de contagio” explicó.
De la misma manera “la población en edad productiva parece presentar sintomatología leve o ser asintomáticos, aquellas personas que puedan practicar sus actividades laborales y productivas dentro del hogar” consideró. La disminución de la densidad de uso de los espacios y transportes públicos, permitiría “ralentizar los contactos entre personas que desconocen su estatus de contagio” opinó.
Opinó en sentido similar respecto a la recomendación de realizar turismo local o de bajo impacto es una actividad poco aconsejable.
“Un viajero en edad reproductiva que sea portador del virus puede de manera inadvertida introducir el agente durante una de sus visitas a los pueblos mágicos y otros sitios de turismo alternativo que cuentan con poblaciones más pequeñas”.
A pregunta expresa de El Independiente, contrapuso que la literatura científica muestra que, “al introducirse un virus en una población con poca capacidad para ejercer el distanciamiento social, donde la población realiza la mayoría de sus actividades en los mismos espacios planteles escolares únicos, menos espacios para compra de insumos, redes sociales estrechas, etcétera”.
Por ello en comunidades como aisladas como las sudcalifornianas el contagio “podría ocurrir a mayor velocidad”.
Además, “estas localidades se encuentran alejadas de los servicios de salud de segundo y tercer nivel requeridos para la atención de los casos más severos de COVID-19” planteó.
La investigadora indicó que la literatura considera que “el turismo en esas localidades representaría también una movilidad aumentada de personas y contactos con mayor número de individuos, por lo que dista mucho de considerarse una acción de distanciamiento social responsable”.