• Trabajadores se negaron a laborar con el argumento de que podían contraer el Covid-19.
París/Roma/Londres. Después de varios días de cierre debido
al temor de los trabajadores de contraer el Covid-19, el Louvre reabrió ayer
sus puertas. El museo más visitado del mundo anunció que dejará de aceptar
temporalmente dinero en efectivo y que sólo recibirá pagos con tarjeta como
parte de las nuevas medidas que ayudaron a persuadir a los empleados para
regresar a su labor.
El recinto parisino, donde está el
cuadro Mona
Lisa, de Leonardo da Vinci, y otras obras maestras, estaba
cerrado desde el domingo pasado, pues los trabajadores se ausentaron
masivamente, temerosos de contagiarse por el alto flujo de turistas del mundo.
Por amplia mayoría, los empleados votaron ayer en favor de volver a sus labores
y el Louvre abrió por la tarde.
La gerencia anunció un conjunto de medidas,
como mayor distribución de gel desinfectante y rotación más frecuente del
personal para que los empleados pudieran lavarse las manos. La mayoría de los
9.6 millones de visitantes del año pasado procedían del extranjero.
El museo señaló también que la mitad de su
venta de boletos ya se realiza en línea.
Los temores de que los billetes puedan ser
vectores de enfermedades no se limitan al Louvre. En el Palacio de Versalles,
otra gran atracción turística en las afueras de París, los empleados también
están preocupados por el manejo de billetes y boletos, aunque la antigua residencia
de la realeza francesa todavía recibe efectivo por ahora.
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Contagiarse
por tocar billetes, miedo antiguo
El historiador de salud pública Patrick
Zylberman explicó que el miedo a contraer enfermedades por tocar efectivo es
muy antiguo. En la Edad Media, los billetes se limpiaban con humo porque se
pensaba que su uso contribuía a la propagación de la peste, refirió. Egipto
también ahumó billetes durante una epidemia de cólera en los años 40, añadió.
Zylberman se echó a reír cuando se le habló
de la nueva negativa del Louvre a recibir pagos en efectivo de las decenas de
miles de visitantes diarios del museo.
‘‘Es un poco risible retroceder varios siglos
y actuar como lo hicieron nuestros predecesores en el XVII’’, sostuvo. ‘‘Eso
muestra cuán nerviosas están las personas durante una epidemia’’.
El Banco de Francia, por su parte, difundió
que rechazar efectivo es ilegal e innecesario. Explicó que los vendedores de
boletos no pueden rechazar pagos en efectivo porque los billetes son de curso
legal y porque los bancos de la eurozona de 19 países los prueban regularmente
para ver si representan un peligro para la salud pública.
‘‘No hay pruebas de que el coronavirus haya
sido propagado por los billetes en euros’’, estimó el banco en un comunicado
que envió a Ap.