En algunos supermercados, los clientes están agregando más productos para esta cuarentena por el coronavirus, pero llama la atención que hay quienes están arrasando también con los paquetes de harina de maíz
La Paz, Baja California Sur.- Algunos anaqueles se observan semi vacíos: el de las sopas de todas formas y presentaciones, el de los jabones líquidos, cloro, pero llama la atención también que ha comenzado a “volar” la harina de maíz.
En el espacio dedicado a las harinas, en Walmart, ya no quedan paquetes de maseca, únicamente algunos kilos de harina de trigo, un paquete perdido de maíz azul, por si alguien en medio de la cuarentena tuviera antojo de tlacoyos, sopes o gorditas, con el “auténtico
sabor a México”, como se escucha en los comerciales.
Algunas señoras aún buscan algún paquete perdido de maíz y se les escucha decir que ya buscaron en Soriana “y nada…”, pero les sorprende que harina de trigo sí haya suficiente.
-¿Será que no saben hacer de harina?, pregunta una de ellas en tono de broma.
Y es que parece que muchos paceños están tomando previsiones de todo tipo en esta jornada de sana distancia, para evitar la propagación del coronavirus.
No falta entonces quien advierta que las tortillerías podrían cerrar, o que el pánico les invada y suponga que también los supermercados de las grandes cadenas comerciales dejarán de operar.
Y aunque nadie sabe a ciencia cierta el panorama a enfrentar con el COVID19 que a nivel nacional suma ya 203 contagios y dos muertes, lo cierto es que ciudadanos en esta capital están enfrentando de diversas formas esta crisis.
Los hay quienes, enojados, alegan que no tendrían que haber cerrado los bares; otros más aprovechan las mañanas para acudir aún a los restaurantes; algunas personas siguen desesperadas buscando gel antibacterial, alcohol y cubrebocas en las farmacias, y solo escuchan un reiterado: “se acabó”.
Una joven mujer empuja el carrito rojo ahora en Ley Exprés en Progreso.
“Vengo a cumplir con un encargo de mis tías. Me dijeron que buscara Maseca porque algunas ya no habían encontrado en otras tiendas”, comenta.
Y antes de llegar al pasillo correspondiente, observa a un señor abrazando a dos kilos y yendo rumbo a las cajas.
En efecto, una pequeña pirámide de saquitos de maseca la están esperando. Cumplió su misión.
Y allá llega a las cajas, donde varias señoras llevan ya sus respectivos kilos de harina de maíz y algunas cuentas de harina. A su lado, señores, jóvenes, adultos mayores que llevan todos un poco más de mandado que de costumbre.
Así lo platican, con resignación pero también con incertidumbre por lo que viene. Lo único que tienen claro es que cada quien se prepara como quiere y como puede. Pese a los llamados reiterados de las autoridades a no hacer compras de pánico, el temor va permeando, las dudas y hasta las falsas noticias.
-Yo ni sé hacer tortillas, pero llevo. Aprovecho para aprender, dice la joven mujer que empuja el carrito. Logro desbloqueado...